Un fotógrafo aficionado de Alicante fue detenido el pasado año dos veces por la Policía Nacional acusado de corrupción de menores y quedó en libertad provisional tras pasar a disposición judicial. Ahora, la Fiscalía ha formulado escrito de acusación contra esta persona y solicita una condena cercana a los 50 años de prisión como presunto autor de una veintena de delitos de abusos sexuales, prostitución de menores y elaboración de material pornográfico.

Los hechos objeto de la acusación del Ministerio Público y que deben ser enjuiciados en la Audiencia afectan a cuatro menores y se remontan a 2012 y 2013, aunque no fueron denunciados hasta 2017.

Una de las víctimas es un menor de 16 años hijo de un amigo y compañero de trabajo del acusado. Según el escrito de conclusiones provisional de la Fiscalía, el acusado conocía a este menor desde los 5 años y con la excusa de hacerle fotos para publicarlas en redes sociales y tener más éxito con las chicas estrechó su relación con él y le hizo regalos. El adolescente le consideraba como un segundo padre y a lo largo de 2012 el acusado mantuvo varios encuentros en su casa donde intentó abusar del joven.

El chico se opuso hasta que en una ocasión llegó a masturbarle y desde entonces se repitieron los abusos en casa del investigado, según la acusación del Ministerio Público. En 2013 se quedó a dormir en casa del fotógrafo y después de que comenzara un nuevo episodio de abusos se lo quitó de encima cuando pensó que le iba a hacer una felación.

A otro menor de 17 años le ofreció 50 euros por hacerle fotos desnudo en su casa. El joven aceptó y desde entonces mantuvieron relaciones sexuales a cambio de 200 euros por cada cita.

La tercera víctima fue un menor hijo de un amigo del acusado y vecino de la misma urbanización. Cuando tenía 12 años le hizo unas fotos deportivas con el permiso de los padres y tras ganarse su confianza cuando cumplió los 15 años en 2012 le pidió que se hiciera fotos sin camiseta y en calzoncillos y que se las enviara por Whatsapp, señala la Fiscalía. Así lo hizo y en otra ocasión cuando estaba en el domicilio del fotógrafo le depiló, le hizo fotos desnudo y luego le pidió que se masturbara, pero no lo hizo.

Al cuarto menor, de 16 años, lo conoció haciendo fotos a jóvenes que practicaban «parkour» y se ganó su confianza con regalos caros e invitaciones. Le hizo fotos desnudo y se negó a masturbarse como le pidió el acusado. En casa del acusado se intervinieron archivos de contenido sexual, muchos de ellos de uno de los menores.