Un joven juzgado ayer en la Audiencia de Alicante por arrancar de un mordisco un trozo de oreja a un conocido y por agredir y amenazar de muerte a una celadora y a un médico de un centro de salud de Calp que iba a curar al herido aseguró ayer en la vista oral que no recuerda lo ocurrido pero resaltó que los hechos los cometió bajo la influencia del alcohol. El joven, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de penas que suman 12 años de prisión y más de 77.000 euros de indemnización, alegó que estuvo bebiendo desde primera hora de la noche -«cuatro jarras de medio litro de cerveza y cuatro chupitos de vodka»- y que incluso ingirió algo de cocaína, aunque una analítica descartó este último extremo.

Los detalles sobre lo ocurrido la madrugada del 1 de noviembre del pasado año fueron expuestos en el juicio por el médico y el conocido del acusado, así como por una celadora que también relató las amenazas que recibió. El joven al que arrancaron un trozo de su oreja derecha explicó ante el tribunal de la Sección Tercera que conocía al acusado de la hípica donde trabaja y que el día de la agresión estaba con una amiga en su coche en un aparcamiento cercano a una discoteca de Calp y se disponía a marcharse a su casa cuando el procesado abrió la puerta del copiloto, «sacó a la chica y empezó a pegarme puñetazos en la cara».

Confusión con su novia

La víctima recordó ayer que el acusado no le explicó el motivo de la agresión, aunque cree que debió confundir a la chica con su novia. Los golpes continuaron y «empecé a cubrirme con los brazos; luego me mordió en la oreja y de repente paró y me pidió perdón», explicó el joven agredido.

Sorprendido por la inexplicable agresión la víctima quiso dirigirse a Benissa para ser atendido ya que allí estaba su madre. Sin embargo, el acusado insistió en ir al centro de salud de Calp y le acompañó en el coche, trayecto en el que «fue disculpándose por lo que había hecho». Nada más entrar al centro la víctima dijo que no respondía de su acompañante y cuando salió el médico para curarle se encaró con él porque no le dejaba entrar a la sala donde iba a ser atendido.

Acabó agrediendo al médico y tras grabar unos segundos la escena se marchó a pedir ayuda al cuartel de la Guardia Civil, que esta cerca del centro de salud.

La celadora que recibió al acusado explicó ayer que estaba muy «alterado» y le dijo que la mataría si llamaba a la Guardia Civil. Cuando salía el médico para atender al herido le indicó que llamara a la Guardia Civil, momento en que «vino a pegarme a mi pero lo esquivé» y se dirigió hacia el facultativo.

La trabajadora salió en busca de ayuda al cuartel de la Guardia Civil y mientras el médico comenzó a recibir puñetazos y patadas al mismo tiempo que el procesado le decía «¿te voy a matar!», indicó ayer la víctima. Pidió socorro y el joven acabó saliendo del centro tras causar daños. En su huida fue apresado por la Guardia Civil. Uno de los agentes señaló ayer que les intentó agredir con su cinturón y les amenazó.

La Fiscalía pidió penas que suman 12 años de cárcel por dos delitos de lesiones, uno de atentado contra funcionario sanitario, otro de daños y un delito leve de amenazas. El procesado pidió perdón a las víctimas al concluir la vista.