Christian, Antonio y Marcos son tres de los 30 policías nacionales del grupo de Motos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) que durante todo el verano están en el turno de noche y estaban de servicio cuando asesinaron a un jubilado de 69 años en un aparcamiento de tierra de la Albufereta. Se identifican con el indicativo de «Rayo» por la rapidez con la que pueden responder ante una emergencia y en el caso del crimen de José Luis presuntamente a manos de su esposa y de su cuidador así lo demostraron. El inspector Christian asegura que «tardamos menos de dos minutos en llegar al lugar» y el marido de Conchi «no se movía y parecía que ya estaba muerto».

Los tres agentes motorizados estaban patrullando por la avenida de Novelda cuando ocurrió el crimen en la calle Sol Naciente. Acababan de entrar a trabajar esa noche y ya había realizado un primer servicio cuando escucharon por la emisora un comunicado de la sala del 091. Según recuerdan los agentes, una compañera fuera de servicio solicitaba apoyo porque estaba viendo cómo dos personas agredían a una tercera que pedía auxilio. De inmediato se dirigieron al lugar a toda velocidad en sus motocicletas y en menos de dos minutos estaban en el aparcamiento de tierra donde la agente Encarnación Rico, de la Brigada de Policía Científica, se encontraba con los dos presuntos asesinos, a los que sorprendió y retuvo mientras llegaban los refuerzos.

Uno de los agentes se dirigió al punto donde estaba su compañera para ver qué necesitaba y los otros dos vieron el cuerpo de un hombre tendido en el suelo entre dos coches. Se bajaron de sus motos y al ver que estaba inmóvil Christian comenzó a practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar. No tenía constantes vitales y estaba perdiendo mucha sangre, por lo que al mismo tiempo solicitaron la presencia de una ambulancia del SAMU, cuyo personal sanitario sólo pudo certificar el fallecimiento de José Luis a causa de las puñaladas que le asestaron con un pequeño destornillador o punzón.

La policía nacional que estaba fuera de servicio e intervino para tratar de evitar la agresión les advirtió a sus compañeros «¡Han sido ellos!» y de inmediato Antonio fue hacia el cuidador de Conchi y le puso los grilletes. Por su parte, Christian se dirigió hacia la esposa del fallecido que estaba en ese momento sentándose en la silla de ruedas y también le puso las esposas. Sin embargo, cuando su compañera Encarnación Rico le dijo que no necesitaba silla de ruedas los agentes de la UPR colocaron a ella y al otro detenido tumbados en el suelo en posición de seguridad.

Escena acordonada

Los agentes acordonaron la escena del crimen mientras esperaban la ambulancia del SAMU, que llegó también en pocos minutos. Cuando los sanitarios del SAMU certificaron la muerte de José Luis la sala del 091 activó el protocolo de muertes violentas para avisar a la comisión judicial y movilizar a sus efectivos de la Policía Judicial y Policía Científica.

Este grupo de Motos de la UPR trabaja a lo largo del año con otro tipo de turnos pero durante los meses estivales la Comisaría Provincial ha promovido que presten servicio exclusivamente en horario nocturno. Desde la Comisaría Provincial indican que la UPR tiene una gran versatilidad y los agentes que van en moto dan una respuesta más inmediata a las emergencias que surgen en Alicante. Durante los meses de julio y agosto estos agentes han detenido a 190 personas, sobre todo por delitos contra el patrimonio y violencia de género.