El joven estudiante de Magisterio acusado de pederastia que gracias a su conocido blog sobre centros educativos visitó cerca de un centenar de colegios de todo el país, fotografiándose con infinidad de niños, aceptó ayer una pena de siete años y tres meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales, así como por corrupción de menores, tanto por tenencia de pornografía infantil como por elaborar material pedófilo.

El presunto «depredador sexual» arrestado por la Guardia Civil en la pedanía valenciana de Massarrojos en junio de 2016 reconoció ayer todos los cargos en el juicio celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de València.

Tras llegar a un acuerdo de conformidad, el procesado, quien permanece en prisión desde el 8 de junio de 2016, vio rebajada considerablemente la pena que inicialmente solicitaba el Ministerio Fiscal.

La Fiscalía pedía 20 años

De los veinte años de cárcel a los que se enfrentaba, finalmente se le ha condenado a seis años por el delito continuado de abusos a un menor de siete años, y a un año y tres meses por la producción de la pornografía infantil. Por la tenencia de los archivos pedófilos solo se le condena al pago de una multa. La sala ha tenido en cuenta el atenuante de reparación del daño, ya que el acusado ha pagado ya los 80.000 euros de la responsabilidad civil.

«Juanri», como era conocido en internet el presunto pederasta, de 27 años, gestionaba además de su blog varios foros en los que publicaba artículos y opiniones sobre los mejores colegios y recursos educativos. Eso le permitió que muchos directores de centros de educación infantil, tanto en España como en el extranjero, le abrieran las puertas para que diera charlas y fotografiara y grabara con total tranquilidad a sus alumnos. Las imágenes eran difundidas posteriormente a través de redes sociales. En la provincia de València hubo 25 centros afectados, nueve en Alicante y seis más en Castelló.

Según el escrito de acusación, el procesado utilizaba dichos medios -tanto el blog como los foros- para conectar con centros escolares, lo que a su vez le permitía contactar con los menores de edad. Según ha quedado acreditado, el procesado realizaba fotografías a las menores con el pretexto de redactar sus artículos, pero cuando se encontraba a solas con ellas les realizaba fotografías en ropa interior, bañador o bikini.

No se ha probado ningún caso de abusos sexuales ocurrido en las instalaciones de los colegios afectados. El caso más grave y por el que se le condena ahora a seis años se produjo en el domicilio del acusado, aprovechando las clases particulares que le daba a un menor. Juan R. P. admitió ayer haber realizado tocamientos a dicho alumno y otros abusos sexuales a este mismo menor, al que incluso llegó a intentar violar en alguna ocasión.

En el material informático intervenido se encontraron más de 500 archivos con menores de alto contenido sexual, algunos de ellos grabados por él mismo. Entre ellos destacan tres vídeos en los que se aprecian los abusos cometidos sobre el pequeño de siete años, quien desde entonces padece una secuela psicológica grave.

Para captar a más menores se había creado un perfil falso en una red social con el nombre de una joven. Sus viajes por colegios de todo el mundo -Colombia, Irlanda o Reino Unido- para estar más cerca de sus potenciales víctimas han llegado a su fin.