El traslado de la detenida por matar a su marido se convirtió en un problema para la Policía, que tuvo que llevar en volandas a Conchi porque no quería salir del coche al llegar a los juzgados de Benalúa. Pese a que en el momento del crimen fue vista de pie por la policía que les sorprendió, ayer alegó que no podía caminar. Para sacarla de los calabozos de la Comisaría Provincial y meterla en el vehículo policial los agentes ya la tuvieron que llevar agarrada por los brazos y arrastrándola.

La Policía Nacional no tiene duda alguna de que Conchi está fingiendo y está acreditado que puede levantarse y caminar. Su supuesta discapacidad, que le mantiene sin movilidad de cuello hacia abajo, está relacionada con un procedimiento abierto por un accidente de tráfico en el que la recién casada reclama una indemnización de 200.000 euros.

Fontcalent

Durante las 12 horas que pasó en los calabozos la Policía tuvo que requerir una ambulancia porque Conchi estaba en el suelo y decía que estaba mal, lo que impedía subirla al juzgado de guardia. Los sanitarios la colocaron en una silla de ruedas y tras acordar su ingreso en prisión fue trasladada a Fontcalent en una ambulancia.