El Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica (OIJ) confirmó ayer que ha resuelto el asesinato de la turista alicantina Arantxa Gutiérrez López, ocurrido el pasado 4 de agosto, pues encontró en el cuerpo de la víctima el ADN del único sospechoso detenido.

El director del Organismo de Investigación Judicial, Walter Espinoza, dijo a los periodistas que los exámenes forenses determinaron que en el cuerpo hay saliva del sospechoso, además de piel en las uñas de la víctima.

«Como consecuencia de la autopsia se lograron extraer varios factores de comparación. No los hemos procesado todos aún, pero sí logramos ubicar saliva en los senos de la víctima. La saliva es sometida a comparación con el ADN del imputado y el resultado es que hay coincidencia», declaró Espinoza.

Agregó que «esto significa de manera absolutamente indubitable que el sujeto tuvo contacto directo con el cuerpo de la joven asesinada».

El sospechoso de este crimen es un nicaragüense indocumentado llamado Albin Díaz Hawkings, de 33 años, quien se encuentra detenido por la Dirección de Migración por una orden de un juez, debido a su condición migratoria irregular.

Espinoza detalló que en la autopsia también se recolectaron muestras de piel debajo de las uñas de la víctima, que generalmente corresponden a acciones de defensa de una persona cuando es sometida a algún tipo de ataque. «Estas muestras también han sido sometidas a comparación y podemos decir de manera absolutamente indubitable que hay ADN del sujeto investigado de las muestras extraídas debajo de las uñas», precisó.

Para el jueves está prevista una audiencia en el Tribunal Penal de Pococí, provincia de Limón (Caribe), en la cual la Fiscalía pedirá la prisión preventiva contra Díaz, después de que una semana antes esta petición le fuera denegada por el Juzgado Penal de la zona por falta de pruebas.

El director del OIJ afirmó que desde el punto de vista de la investigación hay «muchísima claridad» sobre el responsable del crimen, y dijo que el informe forense completo estará listo en los próximos días para ser entregado al Ministerio Público.

«Logramos ubicar temporal y espacialmente al sujeto en el sitio donde ocurrió el homicidio, compilamos datos testimoniales que lo ubican alrededor de donde apreció el cadáver», explicó.

Añadió que «la investigación se mantiene, pero si sumamos el resultado de laboratorio, hay una persona que indefectiblemente tuvo relación con el cuerpo, participó en los hechos y tuvo que ver con el asesinato».

La alicantina, de 31 años, falleció en Tortuguero, provincia de Limón (Caribe), a causa de asfixia y un ataque sexual, cuando había salido a caminar por un sendero cercano a su hotel el pasado 4 de agosto. El marido de la fallecida reprochó la semana pasada a las autoridades que nadie les avisara de la peligrosidad de la zona y reclamó que se esclareciera el caso.