La Guardia Civil se ha incautado de 604 kilos de pulpo en un restaurante de Santa Pola que no habían pasado los controles sanitarios pertinentes, informó el instituto armado. El establecimiento ocultaba, en tres congeladores, cientos de kilos de este producto para la temporada veraniega. El pulpo se entregó a una asociación benéfica, una vez que se comprobó que era apto para el consumo.

La Patrulla de la Comandancia de Protección de la Naturaleza de Alicante, en colaboración con la Inspección de Pesca Marítima de la Generalitat, detectaron que varias embarcaciones de pesca de artes menores descargaban parte de las capturas y las introducían en un vehículo particular, sin presentarlos en la lonja, evitando los controles sanitarios. La Guardia Civil siguió al personal de estas embarcaciones, que llevó la carga al restaurante. Los agentes descubrieron un local anexo para almacenar en tres grandes congeladores industriales numerosas número de bolsas con pulpo, sin documentación de su procedencia. El establecimiento podría haber comercializado todo el pescado almacenado por unos 7.000 euros, aunque el precio pagado por él fue inferior.