Un incendio declarado el lunes por el noche en Llutxent (Valencia) había arrasado a la hora de cierre de esta edición 1.510 hectáreas y había obligado al desalojo de más de 2.500 personas, mientras permanecía activo con dos frentes a la espera de la evolución meteorológica. En las labores de extinción, que según las primeras hipótesis fue causado por un rayo, siguen trabajando 25 medios aéreos y 600 agentes forestales y bomberos, así como miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME). El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, manifestó que la gran extensión de la zona afectada por el incendio dificulta las tareas de extinción, al ser una área de «difícil acceso» y por las condiciones meteorológicas adversas que se estaban registrando.

Por su parte, el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, informó, tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI), que se seguía combatiendo contra las llamas y que el fuego se complicó por la tarde por las altas temperaturas y el fuerte viento.

El alcalde de Llutxent, Pep Estornell, aseguró que el incendio estaba «descontrolado» y con dos frentes activos, uno en el norte, más próximo al término municipal de Barx, y otro al sur, en la zona de los términos municipales de Llutxent y Pinet. Ya entrada la noche fueron desalojados 120 vecinos de esta localidad y trasladados al polideportivo de Llutxent.

El fuego se inició ayer a las 15 horas y obligó a desalojar anoche a 2.500 personas, en La Drova, en el municipio de Barx, y en las urbanizaciones de Montesol y Montepino, entre ellas los ancianos del Centro Sociosanitario Mondúver.

Vecinos del municipio valenciano de Barx que habían pasado la noche en las dependencias del Ayuntamiento tras ser desalojados de sus viviendas a consecuencia del incendio, aseguraron que no habían podido dormir, asustados y pendientes de la evolución del fuego. Muchos de los desalojados son extranjeros, especialmente franceses e ingleses, que pasan unos días de vacaciones en este municipio valenciano, cuyo paraje natural, muy tranquilo, suele ser frecuentado por excursionistas que realizan rutas a pie, en bicicleta o a caballo. Los vecinos de este municipio, de apenas 1.200 habitantes, se han levantado con las calles, tejados y coches llenos de ceniza, que este mediodía aún seguía cayendo.

El Ayuntamiento de Gandia y Cruz Roja realojaron en hoteles y albergues a 96 personas que tuvieron que abandonar sus casas por el incendio de Llutxent (Valencia), mientras que los 86 usuarios de la residencia de mayores Mondúver fueron trasladados a un hotel y al Centro de Convivencia de Corea.

Cruz Roja montó 230 camas en albergues y movilizó 14 vehículos, entre ellos 7 de intervención rápida y 3 ambulancias, para asistir a la población desalojada por el incendio de Llutxent, según ha informado en un comunicado.