Un ataque sexual es el principal móvil que investigan las autoridades de Costa Rica sobre el asesinato de la turista alicantina asesinato turista alicantina Arantxa Gutiérrez López, ocurrido el sábado en Tortuguero (Caribe), informó ayer una fuente oficial.

El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza, dijo en una conferencia de prensa que está a la espera de los resultados de una serie de pruebas científicas de fluidos biológicos para poder confirmar el ataque sexual.

«Para determinar si hubo un ataque sexual debemos tener el dato de la autopsia autopsia y contar con los resultados de pruebas en cavidades orgánicas. Todo apunta a que eso (el ataque sexual) es el móvil del crimen, por la forma en que encontramos el cuerpo, pero no es algo confirmado», declaró Espinoza.

El cuerpo fue encontrado cerca de un sendero del hotel en el que Gutiérrez se hospedaba y tenía su ropa removida.

«Ella se reúne con una conocida el sábado y toma la determinación de caminar sola hacia la playa y una hora después su cuerpo fue hallado por los empleados del hotel. El cuerpo tenía las ropas corridas», comentó Espinoza.

La causa de muerte aparentemente es asfixia, aunque esto aún debe confirmarse con la autopsia, ya realizada pero cuyos resultados aún no están disponibles.

«El proceso que sigue es hacer la comparación de ADN y contar con más datos de la autopsia para determinar la causa de muerte de manera más precisa y científica», explicó Espinoza.

El nicaragüense sospechoso de matar a la turista española quedó en libertad sospechoso en libertad después de que un juzgado de Pococí, en el Caribe, no le impusiera medidas cautelares por falta de pruebas, informaron fuentes oficiales.

El sospechoso, un inmigrante indocumentado llamado Albin Díaz, de 33 años, quien trabajaba en otro hotel de la zona, fue arrestado en Barra del Colorado, provincia de Limón, una recóndita zona del Caribe del país cercana a la frontera con Nicaragua.

La operación comenzó la noche del sábado y concluyó el domingo, tras una acción desarrollada de manera conjunta por el Departamento de Inteligencia Policial de la Fuerza Pública, la Dirección de la Fuerza Pública de la Región Caribe y el Servicio Nacional de Guardacostas.

Díaz fue identificado como el principal sospechosos después de que el OIJ entrevistara a vecinos de la comunidad y surgieran pistas sobre su presencia en el sitio del crimen. Sin embargo, el Juzgado Penal no acogió la solicitud de la fiscalía, al considerar que «no existe grado de probabilidad delictiva por parte del imputado, por lo que no impuso ningún tipo de medida cautelar".