Un funcionario de la prisión alicantina de Fontcalent ha sufrido la agresión de un interno con antecedentes violentos, según ha denunciado el sindicato ACAIP. El sindicato vinculó el incidente con la falta de personal que sufre el centro, ya que en el módulo en el que se registraron los hechos sólo había un funcionario para la vigilancia de 94 internos, apoyado por el compañero del módulo contiguo a cargo de otros 92, más un tercero encargado del control de entradas y salidas de ambos módulos.

Los hechos han ocurrido en el módulo uno del centro penitenciario cuando el interno no ha considerado suficiente la atención dispensada por una profesional del centro y ha comenzado a gritar y hacer aspavientos, por lo que el funcionario de vigilancia asignado al módulo ha acudido rápidamente y el interno se ha abalanzado sobre él impactando con un cabezazo contra el funcionario. "Los reflejos de este último, junto a la profesionalidad demostrada, han evitado que el incidente haya sido más grave y que el funcionario haya sufrido lesiones", explicó ACAIP. El interno ha sido reducido y trasladado a la galería de aislamiento.

El sindicato ha denunciado la falta de personal y la falta de actuación de la administración frente a las agresiones, insultos, y amenazas a funcionarios están incrementado esta situaciones ya que el interno se siente impune frente a sus actos. El pasado día 2 de agosto se realizó una concentración en todos los centros penitenciarios de España contra las agresiones y en demanda de personal.

Para ACAIP, "la situación en el Centro Penitenciario de Alicante empieza a ser insostenible ya que la falta de personal provoca que no pueda ser abierto el edificio reformado que alberga el módulo de aislamiento y dos módulos residenciales, estando masificados el resto de módulos y atendidos bajo mínimos, siendo esto, en parte, causa del aumento de la conflictividad". El sindicato ha señalado que durante 2018 ya han sido varios los incidentes graves, como el sucedido en enero en el que se evitó que un interno tirara a una funcionaria por las escaleras de ingresos, u otro más reciente en junio en el que otro interno destrozó la celda de observación de enfermería y que durante su traslado provocó que un trabajador sufriera la rotura de una falange del pie. "Ello sin contar los innumerables episodios de insultos, vejaciones, amenazas, esputos y lanzamiento de objetos por parte de los internos a los trabajadores, que ya, desgraciadamente, empezamos a asumir que forman parte de nuestra cotidianeidad ante la falta de actuación de los máximos responsables del centro", aseguró ACAIP.