Un ciclista falleció en la mañana de ayer al ser arrollado por un coche cuando circulaba por un carril de servicio la carretera N-332 a su paso por el término municipal de Guardamar del Segura. El suceso, tal y como señalaron desde el Centro de Gestión de Tráfico de València, se produjo en torno a las 8.25 de la mañana a la altura del punto kilométrico 68,3 de la citada vía, entre Guardamar y Torrevieja, aunque no en la propia carretera sino en el carril de enlace desde la misma hasta la rotonda de enlace con la CV-859, que desde ese punto se dirige a Los Montesinos y Rojales. La víctima, un hombre de 61 años y nacionalidad ucraniana, residía en la urbanización Ciudad Quesada de ese último municipio.

El ciclista se dirigía en dirección sur por la N-332, que en ese tramo está desdoblada, y había tomado el desvío hacia la CV-859 cuando fue alcanzado por detrás. Este carril da acceso a la rotonda elevada desde donde parte la carretera que, casi con toda seguridad, pretendía tomar el fallecido. Este carril, de sentido único y con una pendiente de subida, tiene gran anchura y es casi rectilíneo, aunque en su inicio hace una ligera curva a la derecha; es justo en ese punto donde se produjo el impacto. Es probable, aunque ese extremo no se concretó, que la víctima regresara a casa tras haber dado un paseo en bicicleta por la zona.

El fuerte impacto produjo la muerte en el acto del ciclista. La ambulancia del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) desplazada al lugar no pudo más que certificar el fallecimiento. En un principio no se le pudo identificar al hombre porque no llevaba la documentación encima, pero a media mañana ya trascendió tanto su edad como que era vecino de Ciudad Quesada. Al punto donde se produjo el siniestro también acudió otra ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB), pero en este caso para atender por una crisis de ansiedad a la conductora del coche, de 24 años de edad.

Según pudo saber este periódico, la joven, vecina de Guardamar, prestó posteriormente declaración ante la Guardia Civil. Las pruebas de alcohol y drogas que se le realizaron dieron resultado negativo, por lo que no existieron factores de ese tipo en el fatal suceso. No obstante, no se llegó a determinar qué pudo desencadenar el arrollamiento mortal.

Este nuevo fallecimiento pone de manifiesto una vez más la gran vulnerabilidad de los ciclistas en las carreteras. Se produce dos semanas después de que otro hombre fuera atropellado mortalmente en Villena cuando iba en bicicleta junto a su hijo. Tal y como ha publicado este periódico, el conductor se dio a la fuga y al ser detenido, horas después, estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas, y su puesta en libertad ha generado una gran controversia.