La Audiencia de Alicante ha condenado a dos años de prisión a un vecino de Elche por espiar el WhatsApp de su mujer y de haberle reseteado el teléfono, según el fallo al que ha tenido acceso este diario. La sentencia le considera responsable de un delito de descubrimiento y revelación de secretos y le impone una orden de alejamiento durante cuatro años.

Éste es el único delito que la sala ha declarado probado de los más de veinte por violencia machista que se imputaban al acusado y por el que la Fiscalía pedía penas que sumaban cerca de 80 años de prisión. La mujer le acusaba de haberla maltratado desde el año 2014 hasta el final del matrimonio dos años más tarde. Se le acusaba de siete delitos de violación, dos de amenazas, cuatro de malos tratos y uno de lesiones. Según los magistrados, las pruebas eran escasas e insuficientes para fundamentar una condena. Tan sólo se contaba con la declaración de la víctima, «sin ninguna corroboración periférica».

El acusado había negado en el juicio haber espiado el teléfono de su mujer, pero en una de sus declaraciones anteriores en el juzgado sí que reconoció que reseteó el teléfono de ella desde el ordenador para impedir que ella accediera a su nube y que a veces entraba en la aplicación para leer el contenido de las conversaciones. Una vez llegó a realizar fotografías a varios mensajes que ella borró de una conversación y que no creía que ella lo supiera, porque de otro modo no se hubiera puesto a tontear con otros chicos.