Las operaciones investigadas son similares a las de otras causas judiciales. El suelo era una parcela en la zona industrial de la Partida Barranco Feliu vendidas el 4 de octubre de 2006 por 481.314 euros a empresas pantalla que el mismo día fueron revendidas por 1.380.000 euros al verdadero comprador. Las acusaciones consideran que la primera de las ventas eran una simulación con la finalidad de ocultar cuál fue el beneficio real obtenido con la operación inmobiliaria bajo sospecha.