La Policía Nacional ha detenido en Alicante a un joven de 22 años que se dio a la fuga con casi un kilos de hachís cuando iba a ser identificado y tras ser perseguido llegó a su domicilio y azuzó a sus dos perros contra los agentes al grito de «¡Ataca, ataca». Los perros -un dálmata y un cruce de esta raza con uno callejero- se abalanzaron sobre un agente, al que mordieron y le causaron una herida en un muslo. Otro policía también sufrió lesiones leves durante la intervención para reducir al sospechoso.

El arrestado compareció el pasado jueves en el juzgado de guardia, donde fue asistido por el abogado Aitor Esteban Gallastegui. El fiscal de guardia solicitó su ingreso en prisión por un delito contra la salud pública y otro de atentado a agente de la autoridad por azuzarle los perros y causarles lesiones. No obstante, el juez de guardia acordó su puesta en libertad provisional y fijó comparecencias cada quince días en sede judicial.

Los hechos ocurrieron el pasado martes por la tarde en el pasaje Artesanía de Alicante, muy cerca de la Comisaría de Distrito Norte. Dos agentes que patrullaban de paisano en un coche camuflado sospecharon de un joven que les vio y mostró cierta inquietud, por lo que se dispusieron a acercarse a identificarse como policías.

Sin embargo, el joven reaccionó huyendo a la carrera y se metió en un portal próximo. Los agentes pudieron entrar y siguieron la persecución por la escalera. El sospechoso trató de entrar en su domicilio pero uno de los agentes pudo retenerle antes. Fuentes policiales explicaron que el joven comenzó a gritar y a agredir a los agentes. En el forcejeo se le cayeron ocho tabletas de 100 gramos de hachís. Además llamó a sus perros diciendo «¡Ataca, ataca!» y salieron dos perros que mordieron a uno de los policías. Al final lograron reducir al sospechoso, aunque antes tuvieron que pedir refuerzos porque acudieron familiares y amigos, con los que se enfrentaron verbalmente.