El traslado de los juzgados de Familia de Alicante a su nueva sede comenzó ayer en medio del malestar del personal por las carencias encontradas en las nuevas dependencias. Una de las primeras quejas que se van a trasladar a la Conselleria de Justicia es la falta de una sala específica para que el personal judicial entreviste a menores de edad en procedimientos de custodia familiar.

La Conselleria de Justicia ha propuesto como alternativa una sala multiusos de las dependencias o bien el despacho de un forense. Pero la solución no ha sido bien recibida por los magistrados que recuerdan que en beneficio del menor es conveniente que estas entrevistas se efectúen en un entorno no relacionado con el mundo judicial, para lo que en la anterior sede se usaba una sala especial y adaptada para niños, que ahora ha sido desmantelada.

La mudanza se produce tras la puesta en marcha del tercer juzgado especializado en asuntos de Familia (Primera Instancia 13) el lunes de la semana pasada. Ante la falta de espacio físico en el Palacio de Justicia para habilitar nuevos juzgados, la Conselleria ha optado por alquilar locales y reordenar espacios en el edificio. La decisión fue la de concentrar todos los juzgados con la misma especialidad (los dos ya existentes y el tercero recién creado) en los locales que se usaron en la calle Los Doscientos para el Registro Civil. Los tres se encargarán tanto de asuntos de Familia, como de procesos de incapacidades. La plaza de la nueva magistrada no ha sido cubierta aún y de momento hay una sustituta.

La mudanza de los otros dos juzgados empezó ayer y hay malestar entre el personal por las condiciones de las nuevas dependencias. Funcionarios hacinados en un reducido espacio, hecho que contrasta con la amplitud del local. Hay pasillos de uso público para aquellos que tengan que acudir a algún reconocimiento, en los que los funcionarios tienen que apartarse con la silla para que se pueda pasar.