La Audiencia Provincial ha condenado a dos años y diez meses de cárcel a cada uno de los tres acusados de un intento de secuestro en el barrio de San Blas de Alicante por un asunto de drogas, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. La víctima era un amigo de una persona a la que los acusados consideraban el autor del robo de droga a unos narcotraficantes de Sax. El fallo considera probado que los tres acusados intentaron introducir en la fuerza a la víctima en un coche para que les llevara donde se encontraba su amigo. Al parecer, los narcos culpaban a los acusados de haberles robado la droga, por lo que éstos decidieron resolver el asunto por su cuenta.

Los hechos ocurrieron sobre las 14.30 horas del 25 de octubre de 2016 cuando los tres acusados abordaron a la víctima junto a un bar y la emprendieron a golpes con él mientras trataban de subirle por la fuerza a un coche con la intención de llevarle ante los narcotraficantes que le reclamaban la droga robada, según declara probado el fallo. La víctima mantuvo un forcejeo con ellos y gritó pidiendo ayuda, agarrándose con fuerza a un vehículo que se encontraba aparcado junto a ellos y que sufrió desperfectos. Tras cerca de diez minutos de golpes y de forcejeos, aparecieron agentes del Cuerpo Nacional de Policía que procedieron a la detención de los implicados y que habían sido alertados por varios ciudadanos.

Los acusados negaron en el juicio que estuvieran intentando llevarse en el coche a la víctima y adujeron que sólo lo estaban reteniendo, pero los magistrados recuerdan en la resolución que los testigos declararon haber visto cómo se lo intentabab llevar por la fuerza. La propia Policía, en el aviso que recibió por teléfono, fue alertada de que había tres individuos intentando meter por la fuerza en un coche a otro.

La defensa de uno de los acusados reclamó la nulidad de todo el proceso alegando que la Policía le interrogó sin haberle leído sus derechos. La sentencia señala que los tres agentes que declararon en el juicio aseguraron que a su llegada había un conglomerado de personas, sin saber quién era cada uno, por lo que se entrevistaron con todos para determinar su papel. Una vez identificados los agresores, fueron detenidos y se les leyó sus derechos, por lo que el tribunal rechaza la petición.