La Guardia Civil ha detenido en Jacarilla a un hombre de 38 años acusado de más de una treintena de estafas en la contratación de seguros de vehículos y cuyo importe asciende a 20.000 euros, aunque el número de perjudicados podría llegar a un centenar. Según el instituto armado, los agentes han detectado y analizado 1.058 pólizas y localizado, por ahora, a una treintena de afectados.

El sospechoso, gestor de una empresa de seguros con sede en Orihuela, está acusado de un presunto delito continuado de estafa y, tras pasar a disposición judicial, ha quedado en libertad con la obligación de presentarse los días 1 y 15 de cada mes. No obstante, las pesquisas siguen aún abiertas para tratar de localizar a todos los perjudicados.

La investigación arrancó el pasado mes de noviembre, tras conocer los agentes que un ciudadano tuvo que hacer frente al pago de una multa «por carecer de seguro, pese a haber pagado la renovación rigurosamente». Más adelante, en el mes de enero, el conductor de una motocicleta necesitó de su seguro para dar parte de un accidente, pero la compañía le dijo que «no estaba dado de alta». Ambos coincidieron en que su póliza había sido contratada con el mismo gestor.

Las indagaciones determinaron que el sospechoso usaba presuntamente como «gancho» una bajada considerable del seguro a sus clientes, siempre que lo pagaran en efectivo. La póliza era formalizada delante de ellos, incluso les entregaba una propuesta de seguro, pero, en cuanto se marchaban de la oficina, supuestamente la daba de baja y se quedaba con su dinero.

Además, cambiaba la dirección y teléfono que figuraba en el contrato por sus datos, para que si hubiera un problema con el seguro, contactaran con él y no con sus clientes.

El perjuicio económico causado rondaba los 200 euros por persona, pero la multa a la que se enfrentarían posteriormente los estafados por circular con un turismo que carecía realmente de seguro obligatorio sería de 1.500 euros, más el cargo por el arrastre de la grúa.