Algo más de hora y media. Ese fue el tiempo que dos menores de 12 y 13 años estuvieron sentados en plena madrugada en la acera de una calle de la zona norte de Alicante mientras el padre de uno de ellos regresaba de la casa de citas a la que había ido diciéndoles que le esperaran, que iba a ver a un amigo.

El hombre fue detenido por un delito de abandono de menores y ha dormido una noche en los calabozos de la comisaria hasta que ayer pasó a disposición del magistrado José Luis de la Fuente, quien no ha decretado medidas cautelares y le dejó libre con cargos.

Los chavales fueron localizados por agentes del servicio nocturno de la Policía Local adscritos al grupo de violencia de género y menores (Gavid), a quienes les sorprendió la presencia de ambos en la calle completamente solos a las cinco de la madrugada, hora a la que fueron detectados, y que se encontraran frente a un inmueble conocido por albergar en su interior servicios de prostitución.

Los chicos contaron a los policías que desde el restaurante en el que estaban con el padre de uno de ellos, en las inmediaciones de la avenida de Orihuela con la Gran Vía, tomaron un taxi para desplazarse hasta la zona norte. Allí está ubicado el local de alterne al que entró el detenido sobre las 3,30 horas y del que salió pasadas las 5 de la madrugada encontrándose a su hijo, al amigo de éste y a los policías, que le detuvieron.

El hombre, vecino de Alicante y con una reclamación judicial en vigor de detención y personación emitida por un juzgado de Caravaca, en Murcia, justificó que hubiera dejado a los menores en la calle mientras él iba a la casa de citas porque ese no era un lugar para niños.

No obstante, esa no parece que fuera su primera intención. Según el testimonio prestado por el encargado del local, el hombre se presentó con su hijo y el otro menor con la idea de que le acompañaran al interior, a lo que el responsable se negó dejándolos finalmente fuera.

Los niños fueron trasladados a los domicilios de sus respectivas abuelas mientras que al detenido se le condujo hasta la comisaría después de pasar por un centro de salud.

El delito de abandono de menores lleva aparejado penas que pueden suponer el ingreso en prisión y la retirada de la patria potestad.