A cinco metros bajo tierra y dentro de contenedores marítimos se encontraba una novedosa plantación de marihuana que ha sido desmantelada en Alicante por la Policía Nacional. En la operación antidroga fueron detenidos dos hombres de 46 y 42 años y se intervinieron 600 plantas de marihuana y 15 kilos de cogollos de maría que estaban secándose antes de su distribución a los consumidores de droga. Los dos arrestados pasaron a disposición del juzgado de guardia de Alicante el pasado fin de semana y ambos ingresaron en prisión por orden judicial.

Además del delito de tráfico de drogas los dos apresados han sido acusados también de un delito de defraudación de fluido eléctrico, ya que habían realizado en un enganche ilegal a la red eléctrica para suministrar energía a la plantación. Fuentes cercanas al caso indicaron que la plantación desmantelada consumía electricidad como si se tratara de un centro comercial. Los implicados controlaban los movimientos del personal de Iberdrola para interrumpir el suministro de la plantación en el caso de detectar su presencia en la zona donde se encontraba, todo ello para tratar de evitar ser descubiertos, algo que no consiguieron pese a trabajar bajo tierra.

La plantación soterrada ha sido desmantelada por el Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante y se encontraba en un chalé de la partida alicantina de Orgegia. Los investigadores de la Policía Nacional iniciaron las pesquisas tras tener conocimiento de que en una vivienda de Orgegia podría existir un sofisticado cultivo «indoor» de marihuana.

Sistema novedoso

Una vez recabaron pruebas de la existencia de este novedoso sistema de plantación de marihuana la Policía Nacional procedió el pasado jueves a realizar un registro con la comisión judicial del juzgado de Instrucción número 1 de Alicante, en funciones de guardia.

Los dos presuntos responsables detectaron la presencia policial pero no pudieron escapar y fueron detenidos. Durante la inspección del chalé los agentes localizaron en el garaje una trampilla que daba acceso a una zona subterránea a cinco metros de profundidad. A través de un andamiaje los agentes y la comisión judicial bajaron y descubrieron que había seis contenedores marítimos que albergaban el cultivo de cannabis sativa.

En tres de los contenedores había 200 plantas de marihuana en cada uno en avanzado estado de crecimiento y floración. En otros dos contenedores había sendos cultivos ya recolectados, mientras que el sexto contenedor estaba dedicado al proceso de secado de la marihuana ya recolectada y en esta zona decomisaron unos quince kilogramos de cogollos de maría.

La plantación desmantelada contaba con una sofisticada instalación eléctrica y de ventilación y para habilitar la zona subterránea presumiblemente tuvieron que realizar un movimiento de tierra considerable para colocar los seis contenedores marítimos de gran tamaño.

La Policía localizó el enganche ilegal de luz a la red pública y comprobó que habían instalado la salida de la ventilación a unos 25 metros del lugar donde estaban soterrados los contenedores.

Además de la marihuana en el registro fueron intervenidos todos los aparatos para el cultivo de la maría, entre ellos más de un centenar de focos, transformadores, ventiladores, aparatos de aire acondicionado, humidificadores, una báscula y una máquina trituradora de marihuana.

La Policía intervino asimismo en la casa una pistola de aire comprimido y un machete de grandes dimensiones que presuntamente usaban como medio de defensa para hacer frente a posibles robos de la marihuana.