Durante nueve años Christian Leonardo L. P. estuvo escondido de la Justicia que le buscaba por un crimen ocurrido en la vía pública de Novelda por una pelea a navajazos de madrugada. En el momento de su arresto, vivía en la localidad murciana de Torre-Pacheco haciéndose pasar por su hermano. La Guardia Civil le detuvo cuando faltaban cinco años para que el homicidio prescribiera y el crimen quedara impune.

Cuando está a punto de cumplirse un año de su detención, la causa acaba de llegar a la Audiencia Provincial para que el acusado sea juzgada por un jurado popular. La Fiscalía reclama para él una pena de catorce años por un delito de homicidio. En la pelea, también resultó herido otro joven que trató de impedir que el agresor huyera, un hecho que ha quedado despenalizado en la reforma del Código Penal.

Los hechos ocurrieron sobre la medianoche del 7 de julio de 2008 en la calle Doctor Fleming de Novelda. El escrito de acusación del fiscal relata que el acusado y su víctima, ambos de nacionalidad ecuatoriana, se enzarzaron en una discusión. Una certera puñalada en la zona intercostal acabó con la vida del joven de manera casi inmediata y cuando contaba con 19 años de edad.

El presunto agresor intentó darse a la fuga, pero otro joven intentó retenerle. La respuesta de éste fue la de agredirle con la navaja, causándole heridas leves en un brazo.

El fiscal pide que el acusado pague también una indemnización de 103.390 euros para la mujer del fallecido y de 17.230 euros para los padres de éste. Asimismo para el joven acuchillado en el brazo de reclama una indemnización de 1.100 euros por las lesiones sufridas.

La causa acaba de llegar a la Audiencia para que se celebre un juicio con jurado popular por estos hechos, aunque todavía no hay fecha señalada para el mismo.

El paradero del acusado había sido una incógnita desde que se escapó del escenario del crimen. La Guardia Civil cree que durante los primeros años estuvo escondiéndose por diversas ciudades españolas, hasta que finalmente se afincó en Torre-Pacheco con la identidad de su hermano. La pista que contribuyó a su arresto fue cuando los agentes averiguaron en el año 2014 que el hermano del sospechoso había denunciado la pérdida de su pasaporte en la misma época en que se produjo el homicidio. Los investigadores se encontraron con que el hermano había regresado a Ecuador, pero aparecía dado de alta en una empresa agrícola de Torre-Pacheco. En el momento de la detención, los agentes le intervinieron el pasaporte a nombre del hermano con su foto, un documento que era original, porque consiguió renovarlo en su día a pesar de que tenía la foto alterada.

En el momento de su arresto, el sospechoso tenía 34 años y había rehecho su vida asumiendo la falsa identidad. En caso de que no hubiera sido localizado el procedimiento habría prescrito en el año 2022. Desde el arresto del acusado, el juzgado ha podido terminar la instrucción en menos de un año y mandarlo a la Audiencia para el juicio.