La Policía Nacional de Alicante detuvo el pasado domingo por la noche a un joven de 25 años acusado de retener más de una hora en una habitación a una tía suya con la que convive desde hace varios meses y a la que amenazó con matarla a ella y a su perro si hablaba. El joven había estado presuntamente consumiendo sustancias estupefacientes durante todo el fin de semana, según reconoció el mismo tras su detención..

En la detención participaron varias patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana que fueron movilizadas después de que una mujer llamara a la sala del 091 para comunicar que su hijo estaba bajo los efectos de las drogas y tenía retenida toda la tarde a su tía, con la que convive.

Los agentes se desplazaron a la vivienda, situada en el barrio de Babel, y un amigo del joven les explicó que llevaba todo el fin de semana consumiendo estupefacientes y que intentaron sin éxito que les abriera la puerta.

Un hermano del detenido también se encontraba en el lugar y contó a la Policía que pudo escuchar cómo le decía a su tía que se callara porque allí se iba a hacer lo que él ordenara. El amigo y el hermano intentaron contactar por teléfono para verificar que estaban en buen estado pero los dos móviles estaban apagados.

La situación no era normal para los allegados del joven detenido y tenían miedo de que les hubiera ocurrido algo porque no se escuchaba nada en el interior del domicilio.

La Policía consiguió unas llaves de la casa y procedió a entrar con medios de protección al estar en peligro tanto la tía como su sobrino. Nada más entrar los agentes comprobaron que había bloqueado la puerta que da acceso a las habitaciones. Pudieron abrirla y localizaron en el cuarto de baño a la mujer, que estaba muy alterada y fue sacada al exterior para velar por su seguridad.

La mujer explicó a la Policía que la tuvo una hora retenida en contra de su voluntad en una habitación y que le amenazó con matarla a ella y a su perro si hablaba. Señaló además que su sobrino era muy tranquilo y sospechaba que estaba así por el consumo de drogas.

Tras ser rescatada la mujer la Policía entró en la habitación y localizó al joven tumbado en la cama con una navaja. Fue inmovilizado y se le suministró un calmante. Los agentes intervinieron 31 gramos de metanfetamina y comprobaron que el salón de la casa estaba revuelto y había mobiliario dañado.