El despido parece que le causó una indigestión a un hombre de 47 años que trabajaba como community manager de un restaurante de Elche y presuntamente saboteó la publicidad de la empresa después de ser echado de la empresa. El presunto saboteador fue detenido recientemente en Elche por la Policía Nacional, que le acusó de un delito de daños informáticos y le dejó en libertad con cargos tras tomarle declaración en dependencias policiales, según informó ayer la Comisaría Provincial.

El arrestado fue contratado por el restaurante para proyectar hacia el exterior la imagen del establecimiento mediante publicidad a través de diferentes canales como redes sociales y una página web que él mismo gestionaba y administraba.

Sin embargo, los responsables del restaurante decidieron romper la relación laboral con el community manager y fue entonces cuando comenzaron los problemas que acabaron en denuncia.

La Policía afirma que una vez despedido el extrabajador, pese a que no contaba con la autorización de los propietarios del restaurante, continuó figurando como titular de las cuentas asociadas a las aplicaciones y páginas de internet desde las que se publicitaba el gastrobar.

No debió quedar contento con el despido y como represalia eliminó presuntamente al resto de administradores secundarios y ocultó cualquier rastro publicitario sobre el restaurante, lo que ocasionó al establecimiento un grave perjuicio.

En este sentido, los socios del negocio efectuaron un desembolso inicial de cerca de tres mil euros para publicitar el restaurante y además de este perjuicio tuvieron que soportar una pérdida incuantificable de clientes por el desconocimiento de la existencia de este nuevo local de hostelería.

Los dueños del establecimiento presentaron una denuncia y los agentes del Grupo II de Investigación de Policía Judicial de Elche localizaron y detuvieron al excommunity manager, que fue acusado de daños informáticos y se le tomó declaración en presencia de su abogado antes de dejarle en libertad con cargos.