Un joven de 27 años se sentó ayer en el banquillo acusado de haber atacado a su pareja con una catanas en Torrevieja durante una discusión. La fiscal pidió para él una pena de ocho años de cárcel por un delito homicidio en grado de tentativa, mientras que el procesado alegó que no tuvo intención de matarla. La víctima presentaba cortes en los brazos resultantes de haberse protegido durante la agresión. El juicio quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia Provincial.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 3 de agosto de 2017 en el domicilio en el que ambos convivían durante una discusión. Según se relata en el escrito de acusación, la relación entre la pareja se había ido deteriorando en los últimos meses con discusiones cada vez más frecuentes. La mujer había pedido a su pareja que se marchara de la vivienda. La pelea empezó mientras el acusado estaba haciendo la maleta para marcharse a la mañana siguiente. La discusión fue subiendo de tono hasta que la mujer fue con unas tijeras para comprobar que el acusado no se llevaba nada de valor de la vivienda, rajando con ellas la maleta.

La reacción del procesado fue la de propinar un puñetazo a su pareja en la cara, que la derribó en el suelo. El procesado siguió golpeándola y cogió un cuchillo tipo catana, de 21 centímetros de filo, sacando a la mujer a golpes de la cocina y llevándola hasta la terraza. Según el escrito de acusación, el procesado dirigió varias cuchilladas hasta la zona abdominal, aunque ésta se protegió con los brazos y se encogió para defenderse.

Una compañera de piso se despertó sobresaltada al oir los gritos y los golpes, llamando a la Guardia Civil en el momento en que vio cómo el acusado trataba de acuchillar su pareja.

El acusado reconoció ayer en el juicio haber perdido la cabeza, pero aseguró que no había tenido intención de matar a su pareja. La noche de los hechos se asustó al ver la sangre de las heridas de su pareja, pidiendo perdón y que no avisaran a la policía. Antes de que llegaran los agentes a la vivienda, escondió la catana entre el cojín y uno de los apoyabrazos de un sillón del salón. Sin embargo, los funcionarios la encontraron tras presentarse en la vivienda y hacer una inspección en el lugar de los hechos.

La mujer sufrió varios cortes en los brazos por los que tiene cicatrices tras recibir puntos de sutura. Uno de los aspectos que se debatió ayer durante la vista era si el arma utilizada podría haber causado la muerte. Al parecer, la catana utilizada apenas estaba afilada, por lo que el hombre podría ser condenado por lesiones y no por tentativa de homicidio cuando se dicte la sentencia.