Los facultativos de las urgencias de Pediatría del Hospital de Manacor dieron la voz de alarma ante las numerosas lesiones que presentaba un bebé de tan solo dos meses. El niño mostraba en su pequeño cuerpo huellas de lo que parecían mordeduras humanas. Agentes de la Policía Nacional detuvieron a los padres el viernes en Porto Cristo como presuntos autores de un delito de maltrato a un menor en el ámbito familiar.

Los hechos se iniciaron el pasado jueves. La madre llevó al bebé al PAC de Manacor para que fuera tratado de varios hematomas que tenía repartidos por el cuerpo. Ante la gravedad de las lesiones, los médicos derivaron al pequeño a las urgencias pediátricas del Hospital de Manacor.

Cuando los facultativos del centro sanitario de la capital del Llevant examinaron los numerosos hematomas que presentaba el niño en el cuerpo, llegaron a la conclusión de que era una víctima de malos tratos. Las lesiones tenían la huella inequívoca de mordeduras humanas y la señal de los dientes había quedado marcada en el bebé.

En concreto, el niño presentaba mordiscos en el brazo derecho a la altura del codo, en el brazo izquierdo a la altura del tríceps, en la parte superior de la espalda y un pequeño hematoma de un centímetro en la frente.

A continuación, los pediatras del Hospital de Manacor activaron el protocolo establecido para estos casos, ante las evidencias de que podrían encontrarse ante un posible caso de malos tratos a un menor.

El correspondiente parte médico judicial fue remitido a la Policía Nacional para que abriera una investigación para esclarecer lo ocurrido. Agentes de la Comisaría de Manacor se hicieron cargo del caso.

Así, los investigadores se dirigieron hacia el domicilio familiar en Porto Cristo para determinar cómo se produjeron los hechos. Pese a la contundencia del informe médico en el que se hacía constar que los múltiples hematomas que presentaba el niño eran perfectamente compatibles con mordeduras humanas, ninguno de los padres acertó a dar ninguna explicación sobre el origen de estas lesiones.

Acto seguido, los dos progenitores fueron detenidos como presuntos autores de un delito de malos tratos a un menor en el ámbito familiar. De acuerdo con las pesquisas practicadas hasta el momento, el padre se perfilaba como el supuesto autor material de estas lesiones. Las mordeduras habían quedado marcadas en el pequeño cuerpo de su hijo.

La madre del menor, por su parte, habría encubierto a su pareja por haberle causado los hematomas a su hijo, pese a tener conocimiento de estas. De hecho, la progenitora se encargó de trasladar al pequeño hasta el PAC de Manacor para que fuera atendido de estas lesiones.

Un informe abrumador

El abrumador informe médico del Hospital de Manacor no dejaba lugar a dudas de que el niño había sufrido malos tratos. Buena prueba de ello eran las claras huellas de las mordeduras que habían quedado en su pequeño cuerpo.

Tras su detención, los padres fueron puestos a disposición judicial. El juez los dejó en libertad con cargos y dictó la orden de alejamiento de su hijo, que quedó bajo custodia de un familiar. Los Policías informaron de las lesiones del niño a la Fiscalía de Menores y al Servició de Protección de la Familia y menores del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) del Consell de Mallorca.