Año y medio después del famoso vídeo de la bofetada del caranchoa, sus dos protagonistas siguen peleándose... en los juzgados. Una juez de Alicante ha llevado al banquillo al youtuber MrGranBomba, nombre artístico de Sergio Soler, por delitos de injurias y calumnias al repartidor que era insultado en el vídeo y le ha impuesto una fianza de medio millón de euros, según el auto de apertura de juicio oral al que ha tenido acceso este diario. La decisión se produce tras la querella presentada por el repartidor contra el joven por los insultos que éste lanzó contra él tanto en el sketch, como en otros posteriores descalificándole tras la agresión que sufrió en plena calle. El repartidor ya fue condenado a una multa de 30 euros por el bofetón al youtuber.

La agresión tuvo lugar la tarde del 9 de diciembre de 2016 en una calle de Alicante, donde en un sketch el youtuber se acerca al repartidor para preguntarle por el nombre de una calle y aprovecha para llamarle caranchoa en la conversación. La reacción del empleado fue la de abofetearle por el insulto, una agresión que fue grabada y cuyo vídeo se hizo viral, llegando a generar parodias, videojuegos y productos de merchandising.

Daños morales

En la querella, el repartidor sostiene que la intención del youtuber era la de «injuriar y menoscabar su dignidad atentando contra su propia estima en aras de provocar una reacción que fuese digna de un vídeo con suficiente repercusión social como para adquirir notorierad pública y lucrarse con ello». El abogado Carlos Frigola, que representa al repartidor, plantea que la gran repercusión del vídeo ha causado un daño moral y psicológico a su representado por los insultos recibidos y su difusión masiva a través de la redes sociales. La causa será remitida a un juzgado de lo Penal para que se celebre un juicio.

El repartidor reclama una indemnización de medio millón de euros en concepto de daños morales. La petición se medio millón de euros se ha calculado basándose en las informaciones que apuntaban a que la compra del canal se hizo por cantidades cercanas al millón de euros. En el auto de apertura de juicio oral, la magistrada María Luisa Carrascosa ha emplazado al youtuber para que aporte una fianza que garantice que se va a pagar esta cantidad y, en caso de no aportarlo, se procedería al embargo de bienes para cubrirlo. El querellante ha pedido que los responsables de Youtube sean condenados como responsables civiles solidarios, al ser esta la plataforma mediante la que el vídeo se difundió.

El abogado Carlos Frigola reclama al acusado dos penas de multa de 21 y 24 meses a razón de 12 euros al día (15.840 euros) por un delito de injurias y calumnias con publicidad. Para el juicio, además de los representantes legales de Youtube en España, se ha pedido la declaración de representantes de la empresa ilicitana Hawkers, que compró el canal del youtuber después de que este dejara su actividad en la plataforma.

Desde la Fiscalía no se ha realizado petición alguna en esta causa, al entender que se trata de un delito privado entre particulares.

«Una cifra desproporcionada»

Fuentes próximas al youtuber consideraron «desproporcionada» la cantidad y sin que se haya explicado en qué se han basado para determinarla, desconociendo hasta ayer el contenido de la resolución. La familia ha anunciado que recurrirá la fianza. Las mismas fuentes insistieron en que todo se trató de un sketch por el que MrGranBomba nunca se lucró. Las mismas fuentes señalaron que el agredido fue el youtuber, un hecho por el que el repartidor fue condenado. MrGranBomba se retiró tras recibir hasta 800 amenazas de muerte a raíz del vídeo.

Estas fuentes insistieron en que el propio repartidor trató de registrar la marca caranchoa en dos ocasiones en los días posteriores a la agresión. Sobre este extremo, el repartidor ha propuesto en el juicio la declaración de un testigo que trató de registrar la marca caranchoa. Una prueba con la que pretende desvincularse de esa petición.

Así era MrGranBomba antes del episodio del Caranchoa: