Un tribunal ha condenado a un año de cárcel por un delito de apropiación indebida a un expresidente del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Alicante, informa Efe.

La sentencia, que ha sido notificada esta semana a las partes, declara probado que Antonio Morata usó entre 2007 y 2013 "en beneficio propio" un servicio de asesoría legal por el que la entidad adelantaba el pago de impuestos a los colegiados derivados de su actividad profesional privada.

El entonces presidente generó una deuda de 155.291 euros, asegura la Sección Décima de la Audiencia de Alicante, que le impone además el pago de una multa de 1.080 euros.

Los magistrados han absuelto a otro acusado, R.M.F., extesorero de la institución, porque su deuda (25.758 euros), contraída por el mismo procedimiento que el anterior, es inferior y más limitada en el tiempo.

El juicio por estos hechos se celebró el pasado diciembre y a su término la Fiscalía dejó abierta la posibilidad a la absolución de ambos procesados porque no se había acreditado "un perjuicio concreto al colegio, más allá de una menor liquidez".

La gestión de la junta de gobierno de la entidad de la que estos acusados formaban parte fue sometida en febrero de 2013, al término de su mandato, a una comisión de investigación, tras constatarse la existencia de inversiones financieras que no habían reportado beneficios.

Una auditoría reveló la existencia de deudas de más de 600 colegiados por un importe cercano a los 400.000 euros, de los que casi la mitad, más de 180.000 euros, correspondía a los acusados, que acabaron devolviendo el dinero.

"Antonio Morata se sirvió de forma continuada y en el periodo indicado de los activos del colegio en su propio beneficio económico, destinando fondos colegiales a fines totalmente distintos a los que corresponden", ha fallado ahora la Audiencia de Alicante.

La sentencia, que puede ser recurrida, reconoce como una práctica habitual que el Colegio de Aparejadores ofreciera a sus colegiados un servicio para presentar sus declaraciones tributarias trimestrales y adelantar el pago de los impuestos.

Los colegiados debían después reintegrar ese dinero a través de sus respectivas cuentas particulares en la institución y no era infrecuente que algunos acumularan deudas y fueran advertidos por el gerente de que debían regularizar su situación y tener un saldo positivo.

Sin embargo, para el tribunal, el abuso de este sistema por parte del expresidente del colegio "excedió la permisividad admitida" por la propia junta de gobierno ante "impagos puntuales de los colegiados", señala el tribunal.

Morata se aprovechó -añade el fallo- de su "situación privilegiada" y de la "impunidad" que le proporcionaba el hecho de que dependía de él que el gerente planteara ante la junta de gobierno las deudas generadas por el presidente.