La única testigo del crimen de África, la mujer que murió en Alicante el pasado 28 de marzo tras recibir 68 puñaladas, ratificó ayer en el juzgado que el hijo del vecino que vive en el piso inferior al suyo fue el asesino de su hija cuando ambas salieron del ascensor con la intención de ir a comer para celebrar su 92 cumpleaños. La madre de África confirmó además que el padre del asesino la amenazó con darle una paliza minutos después del apuñalamiento y en presencia de los policías que acudieron a la llamada de emergencia.

La mujer de 92 años prestó declaración ayer ante el magistrado titular del juzgado de Instrucción número 4 de Alicante y a escasos metros del asesino confeso de su hija y del padre de éste, ya que se realizó como prueba preconstituida para que valga el día del juicio, debido a la avanzada edad de la testigo. El acusado del crimen fue trasladado de nuevo desde la prisión para la comparecencia, igual que hace unos días se hizo para ratificar su prisión, mientras que su padre acudió por su propio pie al estar en libertad provisional pero adoptando medidas para no acercarse a su vecina al existir una orden de alejamiento.

La testigo declaró protegida por un biombo para evitar a los dos acusados y confirmó lo que ya había declarado ante la Policía cuando se produjo el crimen. La mujer padece un grave problema de audición y reconoció que había tenido problemas con sus vecinos del piso inferior porque ellos se quejaban de que hacía mucho ruido y en alguna ocasión subieron de madrugada a protestar por dicho motivo.

Al salir del ascensor

Sobre lo ocurrido el día del crimen relató que bajó en el ascensor con su hija porque era su 92 cumpleaños y se iba a comer para celebrarlo. Sin embargo, cuando llegaron a la planta baja y abrió la puerta del ascensor se encontraron al hijo de su vecino. Salieron y en cuestión de segundos el hombre agarró del cuello a su hija y la tiró al suelo, donde comenzó a apuñalarla de forma repetida. Ella veía que le daba muchos golpes y llevaba algo brillante en la mano, en referencia a la navaja.

Cuando declaró tras el crimen la mujer indicó que su hija llegó a decirle durante el ataque que llamara a la Policía y que ella le dio con las manos en la espalda al agresor para que parara pero no lo hizo. Asimismo, la madre de la víctima afirmó ayer en su declaración que el agresor le dijo a ella que no la hacía nada «porque era muy mayor».

Sobre las amenazas que se imputan al padre del asesino de su hija, la testigo ratificó las mismas, aunque en vez de afirmar que le dijo que «le iba a machacar» declaró que su vecino aseguró que iba a darle una paliza. Estas amenazas se produjeron en presencia de unos policías que acudieron tras el apuñalamiento.