Un hombre ha negado hoy durante un juicio haber abusado sexualmente de un niño saharaui de 13 años al tenía acogido en su casa de Alicante, en el marco del programa solidario Vacaciones en Paz.

La fiscalía solicita provisionalmente para el procesado J.R.S.B., cuatro años de prisión, diez de inhabilitación para ejercer como padre de acogida y una multa de 3.240 euros por un presunto delito de abuso sexual y otro de corrupción de menores, según informa EFE.

El acusado colaboraba con una asociación local, Dar Al Karama, dedicada a la atención de niños saharauis enfermos, y estaba inscrito en el Registro de Familias Educadoras de la Conselleria de Bienestar Social.

El menor llegó a Alicante en julio de 2014 para residir con el sospechoso -quien ya había acogido con anterioridad a un hermano suyo y tenía en esos momentos a otros dos niños de acogida a su cargo- y ser tratado de una enfermedad en los oídos.

La fiscalía sostiene que J.R.S.B. le sometió "en varias ocasiones" a tocamientos "en las nalgas y los muslos" con un propósito "libidinoso", le hacía desnudarse para cortarle el pelo o le dio masajes "con el pretexto de pequeñas contracturas".

Sin embargo, J.R.S.B. ha declarado que se limitó a ponerle "crema en la espalda o en las piernas" porque el chaval jugaba a fútbol y llegaba muchas veces a casa "contracturado".

Según su propia versión, solo trataba de cumplir con su "deber" para "corregir hábitos" del menor y, por eso, entraba en el cuarto de aseo mientras se duchaba, a fin de que se enjabonara bien o se vistiera luego con ropa interior limpia.

"A mí no me gustan los menores", ha aseverado en dos ocasiones, al tiempo que atribuía la denuncia inicial de la víctima a una "cabezonería de niño, un capricho", porque quería quedarse con él a vivir en España.

El chico contó su versión de lo ocurrido en diciembre de 2014 a su otra familia de acogida, en Barcelona, y ésta lo puso en conocimiento del delegado del Frente Polisario en esa provincia.

Finalmente, fue la propia asociación Dar Al Karama la que denunció los hechos en la Fiscalía de Menores de Alicante e impulsó así el inicio de la investigación.

El acusado cree que su condición de homosexual ha podido influir en esa denuncia, ya que existe, a su juicio, "una fobia en la cultura saharaui y árabe" contra las personas que tienen su orientación sexual.

"Ese es el trasfondo. El delegado (del pueblo saharaui) de Barcelona llamó al de la Comunidad Valenciana para preguntarle por qué tenían a un niño viviendo con un hombre homosexual", ha relatado.

Tras su detención, en febrero de 2015, la Policía Nacional halló en su coche y su domicilio, entre otros archivos informáticos, 50 imágenes de niños de entre 12 y 15 años con el torso desnudo, en bañador o, en uno de los casos, mostrando los genitales.

El acusado ha asegurado hoy que esas fotografías pertenecían al teléfono móvil de otro de los niños que tenía a su cargo y ha negado también haber presionado al denunciante y a su familia para que el menor se retractara.

El juicio, que concluye mañana en la sección tercera de la Audiencia de Alicante, ha proseguido con la declaración de varios testigos, entre los que no se incluye a la víctima, cuyo testimonio fue grabado en su día y será visionado en la sala de vistas.