La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido en una operación conjunta a cinco presuntos integrantes de un grupo itinerante de ladrones que está acusado de sustraer efectos valorados en un millón de euros en 39 robos cometidos en polígonos industriales, comercios y cajeros automáticos de bancos en 11 provincias, entre ellas la de Alicante. En el caso de la provincia alicantina la banda sustrajo en una noche a finales de enero un coche de alta gama en Torrellano, a continuación fueron al polígono del Pla de la Vallonga en Alicante y reventaron un cajero automático del Banco Popular enganchándolo y arrancándolo. Tras estos dos robos se desplazaron a Elche y reventaron otro cajero del Banco Mare Nostrum en la calle Severo Ochoa. La frenética noche de robos la concluyeron en Hellín, donde asaltaron una tienda de móviles.
En la operación se han realizado siete registros en Madrid, Valladolid y Salamanca, donde se ha recuperado un camión isotermo, un coche de alta gama y 8.000 euros, entre otros efectos.
A los arrestados se les ha acusado también de tentativa de homicidio porque dispararon a una patrulla de la Guardia Civil en Madrid cuando trataban de evitar el robo de un camión cargado de vino a finales del pasado mes de noviembre.
Además de Alicante, el resto de provincias donde actuó la banda son Zamora, Madrid, Segovia, Valladolid, Salamanca, Cáceres, Albacete, Badajoz, Palencia y Burgos.
La investigación comenzó en octubre de 2016 cuando se produjo un robo de una cabeza tractora de un camión de embutidos en el polígono industrial de Montalvo, en Salamanca. Con las primeras pesquisas se constató que detrás de este robo se encontraba una organización capitaneada por un hombre que tiene un amplio historial delictivo relacionado con delitos contra el patrimonio en Castilla y León.
La banda era muy meticulosa. Primero robaban uno o dos vehículos de alta gama con los que se desplazaban por distintas provincias para cometer los robos en polígonos, establecimientos comerciales y cajeros. En el caso de sustraer un camión estos vehículos eran utilizados para escoltarlo haciendo de lanzadera para detectar posibles controles policiales. Estos turismos eran calcinados luego para no dejar ningún tipo de rastro.
