Un premio envenenado. La Audiencia de Alicante ha impuesto un año y medio de cárcel a una vecina de Benidoleig acusada de quedarse con un décimo agraciado con un premio especial del sorteo de la Lotería Nacional que jugaba con un grupo de amigos, a los que tendrá que indemnizar con 365.000 euros según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El grupo de amigos llevaba más de 15 años jugando a la Lotería con los décimos que la acusada se encargaba de comprar y de repartir entre todos ellos.

En el sorteo de la Lotería Nacional del 23 de octubre de 2014, el grupo resultó agraciado con el gordo, por lo que se repartieron 30.000 euros cada uno del premio. Los recelos llegaron cuando tres de los amigos a quienes les dieron el décimo el día posterior al sorteo se enteraron deque la acusada contaba con un décimo del mismo número que había sido agraciado con el premio especial y que ascendía a 1,2 millones de euros.

La mujer adujo en el juicio que ella separó su décimo antes del reparto y que había guardado en la cartera los números de sus amigos para repartirlos. Sin embargo, la Audiencia no ha considerado probado este extremo y señala que «nada le impedía cambiar los décimos de sitio y pasar los que tenía en el cajón a la cartera y viceversa».En este sentido, recuerdan que en la primera versión que dio la mujer sostenía que el décimo con el premio especial no era suyo, sino que le había tocado a su hijo, un extremo del que posteriormente se desdijo. En la vista oral, sostuvo que éste hizo cargo de guardar el décimo por motivos de seguridad para evitar que se lo robaran a su madre, que cuenta con 77 años de edad.

El tribunal considera que la acusada era perfectamente conocedora de que ese décimo había sido agraciado con un premio especial y que en ese momento tenía en su poder ocho décimos pot no haberlos entregado al resto del grupo. Los jueces señalan que al haber hecho el reparto de los décimos a los tres querellantes antes del sorteo se cuidó de quedarse con el décimo agraciado con el premio especial, en perjuicio de éstos.

La Audiencia considera que los hechos son constitutivos de un delito de apropiación indebida al haber hecho la acusada suyo en exclusiva un décimo agraciado con el premio especial cuando los décimos no habían sido distribuidos entre los distintos partícipes y conocía que había sido premiado con 1,2 millones. «La acusada obtiene fraudulentamente una ventaja patrimonial al adjudicarse e incorporar a su patrimonio la totalidad del premio especial cuando los querellantes tenían una cuota proporcional en los décimos que en el momento del sorteo no habían sido repartidos. Otros dos décimos fueron entregados a dos amigas del grupo con anterioridad al sorteo. En este caso, las dos mujeres no habían presentado denuncia alguna y respaldaron durante al juicio a la acusada, con la que siguen jugando a la lotería.

El fallo obliga a pagar 73.125 euros a uno de los querellantes y 146.250 euros a cada una de las otras dos. El fallo de la Sección Segunda no es firme y contra él cabe recurso ante el Tribunal Supremo.