La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a una mujer acusada de incendiar el piso en el que vivía su novia en Sant Joan después de que ella la echara de casa y rompiera la relación. El siniestro motivó que la Policía y los Bomberos tuvieran que desalojar el edificio después de que las llamas afectaran a ocho viviendas que estuvieron clausuradas por los daños. El fuego sólo causó destrozos materiales y no hubo que lamentar heridos. La acusada, que se enfrenta a una pena de casi quince años de prisión, negó ayer haber sido la causante del incendio y aseguró que tras la discusión se marchó de la vivienda.

Los hechos ocurrieron el 18 de mayo del año pasado en el entresuelo de un inmueble de la calle del Carmen de Sant Joan donde las dos mujeres convivían con el propietario de la vivienda y mantuvieron una fuerte discusión. Según su versión, ella tenía problemas con el alcohol y las drogas. «Le dije que no podíamos seguir así» explicó ayer al tribunal la víctima porque ese tipo de peleas y discusiones eran cada vez más habituales. «Me voy al gimnasio, ve haciendo la maleta porque cuando vuelva a casa, si sigues aquí llamaré a la Policía», le dijo antes de marcharse; pero, según su declaración, ella le respondió que cuando volviera ya no iba a tener casa.

Varios policías locales aseguraron que vieron a la acusada en la calle mientras los Bomberos extinguían las llamas. Cuando le preguntaron si vivía allí, ella lo negó a pesar de que varios de los vecinos la identificaron como una residente del piso donde comenzó el incendio.

La mujer fue detenida en la partida de Vistahermosa al día siguiente cuando después de que la Policía Local de Alicante recibiera la alerta de que ésta estaba tratando de agredir a otra con un martillo. La novia había ido a buscarla al día siguiente del incendio acompañada por dos amigos a un lugar en Orgegia donde sabían que podrían encontrarla y cuando lo hicieron volvieron a tener una nueva pelea.

La acusada negó haber tenido responsabilidad alguna en el incendio. Ayer declaró que mantuvo una discusión con su pareja, en la que como mucho tuvieron un forcejeo y rechazó haberla agredido. Tras esa disputa, ella se marchó de la casa, según su versión. La defensa reclama para ella la libre absolución ante la falta de pruebas directas que la vinculen con el inicio de las llamas. Por su parte, la Fiscalía mantuvo su petición de catorce años y once meses de cárcel para ella por el incendio, ante la situación de riesgo que se creó para los vecinos, así como por las lesiones causadas a su pareja durante la pelea.

Las llamas comenzaron en una habitación de la vivienda y se extendieron con rapidez a otras estancias y llegaron a afectar a otras viviendas del edificio. La Policía tuvo que ir casa por casa sacando a la gente a la calle y en uno de los pisos tuvieron que rescatar a un perro. En la calle se cortó el tráfico para que los Bomberos del Consorcio pudieran trabajar en extinguir las llamas. Durante varios días los vecinos no pudieron regresar a sus casas por los daños causados en el siniestro.