La venta y la posesión de primates como animal de compañía está prohibida y uno de los riesgos al que se enfrentan las personas que los compran como capricho es la posibilidad de ser contagiados con enfermedades como la hepatitis, el sida o la tuberculosis. No es una advertencia sin motivo de las autoridades, ya que se han dado contagios con estos animales, según asegura un veterinario del Centro de Recuperación de Fauna de Santa Faz, donde han estado depositados los dos titís intervenidos. Ahora están en cuarentena en Primadomus de Villena para ver si tienen alguna enfermedad.