Quinientos días bajo el agua han borrado todo resto biológico. Ni ADN, ni semen de 'El Chicle' y la saponización de la piel del cadáver también ha borrado posibles hematomas o marcas de dedos.

Sólo hay un indicio: Diana estaba desnuda, pero no es prueba suficiente para garantizar que hubiese sido agredida sexualmente y demostrar la agresión sexual es fundamental para que la acusación pida la prisión permanente revisable.