Estíbaliz Valdés, la médico acusada por la muerte de la niña de Ibias Ana Suárez Fernández, que se atragantó con una palomita, ha sido condenada a un año de prisión por el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo, que considera que debería haberle practicado una broncoscopia a la menor.

El fallo, que ha sido comunicado hoy a las partes, condena a la cirujana pediatra del HUCA a tres años de inhabilitación, así como al pago de una indemnización de 130.000 euros a los padres de la pequeña, cuyos intereses ha defendido el letrado Ignacio Pérez Arévalo. El ministerio público solicitaba una condena de año y medio de prisión y cuatro de inhabilitación, que la acusación particular elevaba la petición a cuatro de prisión y seis de inhabilitación.

Durante el juicio, la defensa de la médico trató de demostrar que la broncoscopia a la menor no estaba indicada y que la hubiese puesto en peligro de forma innecesaria. En la sentencia ha sido clave la opinión del médico forense, que indicó que solo la brocoscopia hubiese salvado la vida a la niña. "Extremé las precauciones", llegó a decir la mujer.