Cien mil personas en Barcelona y miles más por toda España, con el rey a la cabeza, se unieron ayer en el dolor por los atentados en Cataluña y han rendido homenaje a las víctimas con un minuto de silencio, roto con largos aplausos y con un grito atronador en la Ciudad Condal: «No tengo miedo». La concentración de la plaça de Catalunya de Barcelona fue la más multitudinaria de todas, ya que, según fuentes municipales, participaron más de cien mil personas, contando la gente que tuvo que quedarse en las calles aledañas porque no cabía en la propia plaza.

Encabezando la concentración estaba el rey Felipe VI, que ha querido con este gesto mostrar su solidaridad con las víctimas de los atentados. Junto al rey se encontraban el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont. También en primera fila podía verse a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; a la titular de Sanidad, Dolors Montserrat; a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; y al delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo. Entre los asistentes estaban además los líderes de los principales partidos, como Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos), los consellers del Govern catalán, diputados autonómicos y concejales.

Dos minutos de aplausos pusieron fin a la concentración silenciosa, en la que se ha escuchado un grito unánime dirigido a los terroristas: «No tinc por» («No tengo miedo»). Rajoy, a través de su cuenta de Twitter, se mostró «agradecido» por el «comportamiento ejemplar de la sociedad» y pidió alzar la voz «en defensa de la sociedad». «Unidos contra el terror», tuiteó también Rajoy, que asimismo mostró su «máximo afecto» y ha mandó «el abrazo de todos los españoles» a la ciudad de Barcelona, que «seguirá siendo un ejemplo de apertura y hospitalidad».

Mediante la misma red social, Puigdemont calificó de «inmensa, impresionante» la respuesta de la gente: «Ésta es la derrota del terrorismo, el grito espontáneo de #notincpor». Un grito que hizo suyo el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que tuiteó un mensaje acompañado de esa misma etiqueta. «Ningún fanatismo robará la dignidad al pueblo de Barcelona. Sus gentes fueron, son y serán referencia de tolerancia, solidaridad y libertad», tuiteó por su parte el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, mientras tanto, señaló en declaraciones a los medios que debe reunirse «cuanto antes» los integrantes del pacto antiterrorista para demostrar «unidad» y tomar nuevas medidas para evitar atentados como los de Barcelona y Cambrils. De hecho, el pacto contra el terrorismo yihadista se reunirá el próximo lunes, después de que hoy lo haga la mesa de valoración del riesgo terrorista, donde se decidirá si se eleva el nivel de amenaza, actualmente en el 4 de una escala de 5.

Reunión conjunta

El presidente del Gobierno trasladó ayer a la Generalitat catalana la necesidad de que sean capaces de «trabajar juntos» y «como un equipo» contra el primer problema de Europa, el terrorismo. Rajoy efectuó una declaración institucional tras presidir en la sede de la Conselleria de Interior de la Generalitat una reunión del gabinete de crisis tras los atentados de las últimas horas en Cataluña, junto al presidente catalán, Carles Puigdemont.

«Que sepan que la ayuda del Gobierno la tendrán siempre», dijo además a todos los funcionarios públicos. Subrayó que con esa colaboración entre las administraciones y las policías «las cosas se pueden solucionar y resolver de la mejor forma posible». Recordó que la investigación la pilotará el titular del Juzgado número cuatro de la Audiencia Nacional y agradeció la solidaridad internacional que ha recibido.

Por su parte, Puigdemont destacó la «admirable» respuesta de la sociedad ante los atentados terroristas, «reconquistando» la normalidad y el espacio público «para ganar la batalla al terrorismo». El presidente de la Generalitat definió como «provechosa» la reunión mantenida en la sede de la Delegación del Gobierno por los mandatarios de ambos gobiernos junto con los responsables de los diferentes cuerpos de seguridad que coordinan el operativo policial contra los autores de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona). «Compartimos con Rajoy la gratitud a los cuerpos de seguridad que trabajan intensamente para minimizar los efectos de la acción (terrorista), perseguir a los culpables y prevenir. Gracias a su esfuerzo y sacrificio podemos vivir en paz y libertad», manifestó.

Puigdemont quiso enviar a la ciudadanía un mensaje de «serenidad, confianza y esperanza»y elogió su reacción tras los atentados. «Nos hemos levantado consternados, pero también determinados a ganar la batalla al terrorismo y hacerlo con la mejor arma que tiene la sociedad: la solidaridad, la convivencia, la libertad y el respeto», declaró. El presidente catalán aseguró que los barceloneses, lejos de amedrentarse tras los atentados, han salido a la calle a gritar «basta», reconquistando de manera inmediata la normalidad y el espacio público, que es justo lo que pretendían romper los terroristas.

Concentraciones silenciosas

Entretanto, en Madrid, hubo concentraciones silenciosas en el Palacio de la Moncloa, presidida por el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo; en el Congreso, en el Senado, en las sedes del PP y del PSOE, así como en el Ayuntamiento madrileño y en otras instituciones. La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, defendió la unidad para luchar contra el terrorismo. «Nunca podrán con los hombres y mujeres de este país, con lo demócratas», dijo Pastor y añadió que los españoles lucharán por «la vida, la libertad y el respeto». Por su parte, el portavoz de ERC, Joan Tardá, recalcó que sólo cabe en momentos como éste «el amor y la solidaridad con las víctimas» y señaló también que su partido no va a entrar en el pacto antiyihadista. El coordinador federal de IU y diputado de Unidos Podemos, Alberto Garzón, llamó al debate «sincero y honesto» respecto al pacto antiyihadista.

Las concentraciones silenciosas y la repulsa a los ataques terroristas se sucedieron por toda la geografía española, con miles de ciudadanos, personas anónimas y turistas a las puertas de ayuntamientos de toda España, convocados por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y en los centros de trabajo.