? Raquel Garrido hizo ayer gala de compostura y esperanza en el Ayuntamiento de Massalavés. Ni le tembló la voz ni pudo ser más clara: «Hasta que yo no tenga un informe que diga que los restos óseos encontrados en México son de mi hermana, tendré fe. No voy a derrumbarme y cuando lo certifiquen las autoridades españolas, la enterraré y podré llorar tranquila», afirmó. Tampoco ocultó su recelo hacia la información que le transmitieron las autoridades mexicanas: «Lo único que tenemos es una llamada de teléfono, nos han dicho que todavía quieren hacer algunas investigaciones por lo que no tenemos informe alguno», señaló.