La Guardia Civil ha detenido en Orihuela a un empresario por una presunta estafa a sus socios de 82.000 euros a través de una ficticia mercantil de compraventa de marisco, informó ayer la Benemérita. Tres socios invirtieron en el negocio con la promesa de grandes beneficios, gracias a un acuerdo exclusivo con una disrtibuidora para comprar el género. Sin ermbargo, el marisco no era comprado y el ahora arrestado entregaba a sus socios albaranes falsificados de las compras.

La investigación se inició el pasado mes de abril a raíz de la denuncia de uno de los socios ante la Guardia Civil. La víctima aseguraba que desde comienzos de 2016 un empresario del sector del marisco de Orihuela le ofreció, tanto a él como a otros dos socios, formar parte de una empresa dedicada a la compraventa de dicho producto. El hombre les auguró grandes beneficios, mostrándoles un documento de supuesta exclusividad para comprar el género a una importante distribuidora de pescados y mariscos afincada en Huelva, garantizando la máxima frescura y el mejor precio.

Los tres empresarios accedieron a constituir una empresa, ubicada en el Polígono Industrial Puente Alto de Orihuela. Sin embargo, el único trabajador registrado que tenía era el denunciado. Los perjudicados aportaron grandes cantidades de dinero para comprar el género, unas adquisiciones que el sospechoso justificaba a sus socios mediante facturas y recibos falsificados, indicó la Guardia Civil. El ahora detenido contaba a sus socios que vendía el género a empresas mayoristas del sector en Santa Pola y Cartagena aportando facturas que luego han resultado ser también falsas.

Los socios empezaron a sospechas de que algo no iba bien a los pocos meses, ya que apenas veían movimiento de mercancía en las instalaciones, ni tampoco recuperaban el dinero invertido.

La investigación ha sido efectuada por agentes del Equipo Roca de la Guardia Civil de Torrevieja, que empezaron a recopilar la numerosa documentación que le entregaron los perjudicados. Los agentes detectaron que tanto las facturas como los albaranes eran falsos, llegando a determinar que las empresas con las que supuestamente habían mantenido una relación comercial, nunca habían expedido esos documentos y que jamás habían llegado a trabajar con ellos. También se detectó la falsificación de un pagaré de una entidad bancaria oriolana, con la intención de ganar credibilidad antes sus socios y poder prologar, así, su engaño. También se determinó que era falso el documento de exclusividad con la distribuidora onubense, como así confirmó la propia empresa. El montante del dinero supuestamente estafado asciende a 82.000 euros, mientras que el sospechoso es un ciudadano español de 41 años de edad.