La Policía Nacional ha desmantelado una plantación de marihuana con capacidad de producir más de cien kilos de cogollos de esta sustancia estupefaciente al año en un chalé situado en la pedanía de la Matanza de Orihuela y ha detenido a los tres presuntos responsables de la instalación.

Los tres arrestados, de origen ucraniano y británico, formaban parte presuntamente de un grupo criminal y podían producir, con la plantación ahora desmantelada, esa cantidad de cogollos de marihuana, lo que les reportaban unos beneficios económicos estimados en cerca de 200.000 euros al año.

En el registro domiciliario, los agentes intervinieron también 560 plantas de cannabis sativa, 52 focos halógenos, doce balastros, seis filtros contra los olores, siete extractores, cinco cuadros eléctricos, dos bombas de agua, veinticuatro bombillas de 600 vatios, seis garrafas de fertilizante, una escopeta de cañones paralelos y seis cartuchos de escopeta, según fuentes policiales.

Para abastecer de energía eléctrica a la plantación, los sospechosos supuestamente realizaron un enganche ilícito al suministro de luz público, por lo que se les imputa asimismo un presunto delito de defraudación de fluido eléctrico.

La operación comenzó hace aproximadamente un mes, después de que la Brigada Local de Policía Judicial de Orihuela recibiera distintas informaciones sobre la posible existencia de un invernadero ilegal de sustancias estupefacientes en la citada pedanía. Tras verificar que esas informaciones eran correctas, se organizó un dispositivo policial que culminó el pasado 26 de julio con la detención de tres individuos y el desmantelamiento del cultivo clandestino de marihuana.

Esta instalación ocupaba tres estancias de la vivienda y estaba acondicionada con todo lo necesario para el pleno cultivo y desarrollo indoor de cannabis sativa. También contaba con focos halógenos, circuito de ventilación, aparato de aire acondicionado con termostato y sistema de riego automatizado.