Agentes de la Policía Local de Orihuela protagonizaron ayer por la mañana una espectacular persecución detrás de un atracador de 41 años, que conducía un vehículo a toda velocidad y que, finalmente, pudo ser alcanzado, lo que permitió su detención y la recuperación de los 8.000 euros que se había llevado minutos antes de una sucursal de la entidad Caja Rural Central situada en la pedanía de Arneva. La concejala de Seguridad, Mariola Rocamora, felicitó la rápida actuación de los agentes que forman parte del Grupo Rural de Apoyo (GRA), una de las apuestas por la mejora de la seguridad en las partidas.

El atraco se produjo pasadas las 11 de la mañana en la sucursal que la entidad tiene en la calle Amalia Ortuño, número 13, de la citada pedanía, a pocos kilómetros del casco urbano de Orihuela. Según los datos recabados por los agentes, el atracador, que llevaba una peluca para no ser reconocido, irrumpió en la entidad bancaria con una pistola que luego se supo que era simulada y exigió el dinero que había en la caja. El nerviosismo cundió entre los trabajadores porque, al parecer, no había clientes en ese instante y fue la directora la que consiguió calmarlo y entregarle la cantidad que había disponible en ventanilla, en total, 8.000 euros.

Hurchillo

Con el botín bajo el brazo salió de la oficina bancaria y se montó en un vehículo. Un testigo consiguió verlo e identificar el turismo. Una patrulla estaba en las inmediaciones del lugar y gracias a la descripción facilitada y la dirección en la que había escapado, se dio de bruces con él en muy poco tiempo. Pese a activar las señales acústicas y visuales para que se detuviera, el atracador apretó el acelerador para intentar despistar a los agentes que a partir de ese instante tejieron una red para poder cerrarle el paso.

En su veloz huida, atravesó a toda velocidad la pedanía de Hurchillo sin poder despegarse de la patrulla ante una población atónica que presenciaba una persecución casi de película. Finalmente, otra patrulla consiguió darle el alto ya en el término municipal de Bigastro sin que trascendiera cómo se produjo la detención y si ofreció resistencia. Las diligencias se entregaron a la Comisaría para completar la investigación.

Este es el segundo atraco que sufre una pedanía de Orihuela. Hace un mes, un hombre entró en una oficina bancaria de La Murada y fue detenido al cabo de unos días tras ser identificado como el propietario de un negocio de frutería al que se le imputaron otros robos con intimidación por parte de la Guardia Civil.