Sin acuerdo. MrGranBomba, nombre artístico utilizado por el youtuber alicantino Sergio Soler, rechazó ayer indemnizar al repartidor que le golpeó por usar su imagen en el vídeo del «caranchoa». Un juzgado de Alicante había señalado para esa mañana el acto de conciliación para la demanda que el repartidor presentó contra el realizador y en la que reclamaba la mitad de los beneficios que éste había obtenido por la difusión del polémico vídeo. Soler no se presentó y sólo mandó a su procurador para oponerse a los términos de la demanda y rechazar cualquier tipo de acuerdo.

El repartidor fue condenado por un juzgado de Alicante a la pena mínima, una multa de 30 euros, por el guantazo al youtuber. El juez rechazó que este último tuviera derecho a indemnización alguna al considerar que había asumido el riesgo a ser golpeado cuando hizo la broma de cámara oculta. El fallo está recurrido ante la Audiencia Provincial por el youtuber, que defiende su derecho a ser indemnizado por la agresión sufrida.

Por su parte, Carlos Frigola, que lleva la defensa del repartidor, ha respondido presentando una demanda contra el youtuber por usar la imagen de su cliente sin su consentimiento y haberse lucrado con ello. MrGranBomba se dedicaba a hacer vídeos de bromas de cámara oculta. En la grabación que ha motivado el cruce de denuncias, recibía una bofetada del repartidor porque éste le llamaba «caranchoa». El vídeo alcanzó una gran difusión por las redes sociales y se hizo viral, aunque el youtuber tuvo que dejar su actividad ante las amenazas que recibió tanto él y su familia a través de las redes. Casi dos meses después de la agresión, Soler vendió su canal con más de medio millón de seguidores a la firma ilicitana Hawkers. El dinero pagado por la transacción no ha trascendido. Durante el juicio por la bofetada, la defensa del repartidor llegó a preguntar al youtuber por la cantidad con la que se cerró el acuerdo pero éste le respondió que había firmado una clausula de confidencialidad cuando lo vendió que le impedía hablar de cifra alguna.

Carlos Frigola aseguró a este diario que la falta de acuerdo daba pie a que ahora presentara una querella por la vía penal contra el youtuber por injurias y protección del derecho al honor. El letrado manifestó que él iba a intentar llegar a un acuerdo hasta el final porque su cliente lo que quiere es pasar página por este episodio y volver a hacer su vida normal. Sin embargo, la batalla judicial por la difusión del vídeo todavía continúa abierta por los dos frentes y sin posibilidad de que se llegue a un acuerdo por las dos partes implicadas.