La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a un hombre acusado de abusar durante dos años de una niña de cinco en Muro de Alcoy. El procesado, para quien se pedía inicialmente una pena de quince años de cárcel por agresión sexual, negó ayer todos los cargos y atribuyó la denuncia a las malas relaciones entre su familia y la de la pequeña. El procesado está en prisión preventiva desde agosto de 2015, fecha en la que se denunciaron los hechos.

La denuncia se presentó por la abuela de la niña dos meses después de que la menor se lo contara. El acusado era hermano de la pareja sentimental de la madre de la niña, por lo que convivía por temporadas en el domicilio familiar. Los supuestos abusos se habrían cometido entre los años 2013 y 2015, según el escrito de acusación, aprovechando los momentos en que el acusado se quedaba a solas con la pequeña. La menor llegó a relatar que el procesado la penetró anal y vaginalmente tapándole la boca para evitar que gritara. También que le obligó a hacerle felaciones y que la amenazaba con pegarle o no llevarle al parque para pasear a su perro en caso de que contara algo. La niña no ha llegado a testificar debido a su corta edad. Durante el juicio, se ha visionado la grabación de la entrevista de la menor con los psicólogos y que se ha utilizado como prueba preconstituida en la vista oral. Un relato en el que la menor confirma los hechos que narran las acusaciones en su escrito de conclusiones.

El juicio se prolongó durante horas ante la gran cantidad de testigos citados de las dos familias, así como algunos de los profesores de la pequeña. Los maestros testificaron que habían notado que la pequeña tenía una mentalidad sobre las relaciones sexuales más avanzada que las de otros chicos de su edad, pero que lo atribuían a cosas que podía haber visto por televisión y no se podían imaginar cuál era la causa real de esta precocidad. Fuentes cercanas al caso señalaron que los médicos no dieron datos concluyentes sobre los supuestos abusos sufridos por la menor a lo largo de ese tiempo.

La abuela de la niña preguntada por los motivos por los que denunció los hechos dos meses después de que la niña se lo contara señaló que fue por el temor al disgusto que podía suponer para la familia del presunto agresor.

Fuentes cercanas al caso señalaron que finalmente la Fiscalía redujo de quince a doce años su petición de prisión por un delito continuado de agresión sexual a menores. Asimismo se reclama una orden de alejamiento que le impida acercarse a su víctima durante un periodo de veinte años.