El juez decretó en la tarde de ayer prisión para Carlos Arturo P. L., el conductor que el jueves provocó el grave accidente que le costó la vida a Paula Márquez, una joven de 34 años que iba de copiloto en la furgoneta que conducía su novio.

El titular del juzgado número 12 de València tuvo en consideración la gravedad de los hechos y los antecedentes de este hombre, de 38 años y nacionalidad colombiana, que cuadruplicaba la tasa del alcohol al volante -1,09 mg/l de aire espirado en la primera prueba y 1,04 en la segunda- y que dio positivo en el test de consumo de cocaína.

Sin embargo, ayer, el imputado por cuatro delitos negó ante el juez haber consumido droga ese día ni el anterior, por lo que se le realizará un test de orina como prueba. Como ya publicó este diario, además de que el conductor se saltó el semáforo según los primeros informes de la Policía, también se barajaba el exceso de velocidad.

Según ha podido saber este diario, a falta de los resultados definitivos del equipo de Atestados de la Policía Local, ayer fue juzgado con una cifra sobre la mesa: el conductor podría ir circulando, según los primeros datos entre 60 y 90 kilómetros por hora en una vía de 50 e incluso podrá haberse aproximado a los 100 kilómetros por hora.

Reincidente al volante

Carlos Arturo P. L., ya sabía lo que era tener problemas con la justicia, pues cuenta con numerosos antecedentes, varios de ellos relacionados con delitos contra la seguridad vial. Ahora tenía en vigor el permiso de conducir, pero un juez llegó a retirárselo y hace cuatro años había tenido su última sanción por dar positivo en el test de alcoholemia.

Cuando el hombre salió el jueves de su coche- un Mazda negro- mostraba signos evidentes de ir ebrio, caminando con dificultad. A pesar de su estado, aseguró a los agentes de la Policía que en ese momento acudía a recoger a su hijo.

Mientras que la colisión que provocó acabó con la vida de la joven e hirió a su novio, él solo sufrió policontusiones y tras ser atendido de las heridas en el Hospital General de València fue detenido por la Policía Nacional.

Ayer la familia de Paula Márquez, destrozada por la tragedia, despidió a la chica, de 34 años, en el tanatorio municipal de València. Llevaba toda la vida junto a su novio, que conducía la furgoneta. Era licenciada en Administración de Empresas y acudía en ese momento a trabajar a la empresa familiar de su padre. Había ido a comer con su novio en la furgoneta de la empresa, una Renault Kangoo.

La pareja se encontraba en el semáforo de la avenida Tirso de Molina, que supera esta vía con un giro a la izquierda para tomar dirección a la avenida de Campanar. Según los primeros informes policiales la furgoneta se internó en la avenida con el semáforo en verde. Fue en ese momento, cuando el vehículo estaba ya girando, cuando el turismo del detenido les embistió en el lateral derecho, donde viajaba la fallecida. El coche salía de unos de los túneles e impactó con mucha fuerza en la furgoneta, que fue lanzada con violencia.

Fue el propio novio de la víctima quien intentó sacarla de la furgoneta y se dio cuenta de que había fallecido. La situación le llevó a ir al coche del culpable para buscar justicia, si bien fue retenido pos los agentes que trataron de tranquilizarlo en esa durísima situación.

Fue entonces cuando la Policía realizó las pruebas de alcoholemia a Carlos Arturo, quien dio positivo, cuadruplicando la tasa máxima permitida. El hombre fue detenido y se le imputó un delito de homicidio imprudente.