Un juzgado de lo Penal de Elche ha condenado a penas que suman más de cinco años de prisión a los padres de un bebé en Torrellano que con dos meses de vida presentaba hasta siete fracturas diferentes causadas en días diferentes, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. La magistrada declara probado que los acusados se aprovecharon de la escasa edad del pequeño y su incapacidad para ofrecer resistencia para provocarle diferentes traumatismos, consistentes algunos de ellos en estiramientos o retorcimiento de las extremidades inferiores. El fallo impone a cada uno de los progenitores la pena de tres años y ocho meses por un delito de lesiones, así como otros 22 meses de cárcel por maltrato habitual. Asimismo les absuelve de dos faltas de lesiones por estar prescritos los hechos.

Los malos tratos se detectaron el 13 de octubre de 2010 cuando el bebé ingresó en el Hospital General de Alicante por una inflamación en el brazo. Los médicos detectaron que se trataba de una fractura y encontraron otras lesiones al someter al pequeño a distintas pruebas, activándose el protocolo de maltrato. La dirección territorial de Bienestar Social declaró al menor en situación de desamparo el 25 de octubre de 2010 y asumió su tutela. La Generalitat sigue teniendo la tutela del niño, que pronto cumplirá los siete años, y al padre se le concedió un régimen de visitas de una hora cada quince días en el Servicio de Punto de Encuentro Familiar. La madre no volvió a solicitar ningún régimen de visitas, ni intentó recuperar su custodia.

La magistrada se ha basado en una prueba de indicios para condenar a los padres, ya que ninguno de ellos admitió haber maltratado al pequeño, que por su escasa edad tampoco podía servir como testigo en el juicio. Según el fallo, los acusados manifestaron que el niño era cuidado exclusivamente por ellos, sin que nunca lo hubieran dejado al cuidado de una tercera persona. El padre volvió a trabajar un mes y medio del nacimiento, quedándose a partir de entonces con la madre. La juez concluye que ambos son las únicas personas que pudieron causarle las lesiones y recuerda las versiones contradictorias que han venido ofreciendo a lo largo del proceso, aunque llegaron a hablar de una caída mientras le preparaban el biberón. La juez descarta que las lesiones se produjeran en una única caída.

También rechaza la magistrada un informe pericial de la defensa que achacaba la rotura de huesos del bebé a una enfermedad congénita tras el parto. La magistrada incide en que los pediatras de urgencias del hospital rechazaron esta hipótesis y que se trata de una enfermedad crónica, sin que se le haya detectado ningún problema.

Asimismo, la magistrada considera «llamativo» el escaso interés de los padres en tener un régimen de visitas con su hijo tras perder la custodia; mientras que recuerda que la madre había visitado una clínica en Alicante para preguntar sobre un la posibilidad de abortar, pero no fue posible por el avanzado estado de gestación. En Murcia, se hizo varias pruebas pero no llegó a abortar.