De puertas para afuera, el imán Abu Adam Hesam shashaa era un islamista moderado empeñado en demostrar que el fanatismo nada tiene que ver con la «raíz» de la religión. Así lo expresó en una entrevista concedida a este diario en febrero de 2015, cuando se acababa de comprar la amplísima villa del Camí del Rei de Teulada-Moraira que registraron ayer de arriba a abajo los agentes de la Comisaría General de Información y de la Brigada Provincial de Información de Alicante. Sin embargo, en su vida familiar, este egipcio de 46 años, de padre palestino y madre también egipcia, sí seguía los preceptos más conservadores del Islam.

Abu Adam fijó su residencia en Moraira hace un par de años, aunque continuamente viajaba a Múnich, donde era imán de la mezquita Darul Quran. Mantenía, además, una estrechísima relación con el centro islámico de Teulada. Entonces planteó crear en este municipio un espacio de diálogo cultural. Se declaraba «aperturista» y afirmó a este diario que quería que las paredes de ese centro fueran de «cristal» para disolver los prejuicios hacia su religión y el mundo árabe.

Sin embargo, Abu Sadam mantenía costumbres extremadamente conservadoras en su día a día familiar. Está casado con cuatro mujeres y tiene una prole de 16 hijos y una nieta. Los más pequeños estudian, según las fuentes consultadas, en el colegio internacional privado Lady Elisabeth School. Su educación, por tanto, es plenamente occidental. Que sus hijos acudan a ese centro privado se interpretaba ayer en Teulada-Moraira como una evidencia de que su vecino egipcio poseía un gran patrimonio económico.

Desde el Ayuntamiento confirmaron ayer que el centro de diálogo no cristalizó en ningún trámite. El imán necesitaba un terreno dotacional y ni siquiera acudió al consistorio a interesarse por dónde podía construir ese complejo que, desde el primer momento, se apresuró a aclarar que no sería una mezquita.

Abu Adam se enamoró de la Marina Alta. Hace un par de años, antes de comprarse el chalé de Moraira, acudió a varios agentes inmobiliarios para que le mostraran propiedades. Era un cliente muy especial. Buscaba una casa muy grande. Debía tener habitaciones suficientes para alojar a su extensa familia y al servicio. Al principio, se interesó por fincas apartadas del bullicio, que quedaran a trasmano. Incluso visitó una gran villa de la partida rural de Pinos en Benissa. Le agradaba que estuviera en plena montaña. Sin embargo, el acceso era demasiado estrecho para el furgón de la marca Mercedes y totalmente negro con el que se desplaza con su familia. Es un vehículo de nueve plazas que a los vecinos de Teulada-Moraira no les pasa desapercibido.

A los agentes inmobiliarios con los que tuvo trato les sorprendió que, al final, eligiera comprarse el chalé en Moraira (está junto a la carretera que baja del Poble Nou de Benitatxell y próximo a la partida de la Font Santa). No era, desde luego, un lugar apartado.

Pero la vivienda es amplísima y, además, tiene mucho terreno. La familia cultivaba su huerta, de la que se abastecía. La finca, según las fuentes consultadas, está valorada en un millón de euros. El dinero no era problema para el imán.

Las esposas de Abu Adam visten el niqab, el velo integral islámico. En el trato con sus mujeres también se atenía a los preceptos más radicales. Sin embargo, a las mujeres occidentales, según explicaron ayer numerosos vecinos, las trataba con tota naturalidad e incluso con cortesía. A sus esposas las acompañaba él mismo o alguno de sus asistentes varones a comprar al supermercado, ya que ellas tenían prohibido manejar dinero. Era habitual verlas caminar con la prole de niños por la carretera en dirección al núcleo de Moraira. Al contrario que su marido, que se mostraba abierto y sociable con los vecinos y también con las mujeres occidentales (se expresaba siempre en inglés), ellas no se relacionaban con nadie.

Abu Adam se esforzó en cultivar una imagen pública de islamista moderado. Lo hizo en la mezquita de Múnich y también en el centro islámico de Teulada, donde condenó junto a la comunidad musulmana los atentados de París. Varios vecinos también indicaron a este diario que algunos de los hijos más mayores del ahora arrestado viven en el núcleo de Teulada en pisos alquilados por su potentado padre.