La Policía Nacional detuvo en Santa Pola a siete personas de origen ucraniano y ruso, de entre 23 y 53 años de edad, dedicados a robar en interior de vehículos y en domicilios, empleando dispositivos electrónicos de alta tecnología que no dejaban rastro alguno de fuerza. A finales del mes de marzo, los agentes lograron detener a otros tres varones de nacionalidad argelina de entre 37 y 55 años de edad, que cometieron los asaltos en las provincias de Alicante y Murcia.

La operación se inició en septiembre del año pasado, al tener conocimiento los agentes de la existencia de personas que se estarían dedicando a cometer todo tipo de delitos contra el patrimonio en diferentes puntos de la provincia de Alicante (San Juan, Campello, Javea, Altea, Calpe, Torrevieja), y disponiendo de un nivel de vida muy elevado, sin conocérsele empleo laboral a ninguno de sus integrantes.

Practicadas las primeras gestiones, los investigadores descubrieron que se trataba de siete personas de origen ucraniano y ruso, afincados en la provincia de Alicante, que conformaban una organización criminal dedicada a robar en domicilios y vehículos, donde cada miembro tenía claramente repartidas sus funciones.

Modus operandi

Continuando la investigación, los agentes averiguaron que los miembros de este grupo empleaban sofisticados dispositivos electrónicos para captar la frecuencia de los códigos de apertura de los vehículos, sin dejar rastro alguno de fuerza.

Una vez obtenidos los códigos de apertura de los turismos, los integrantes, perfectamente organizados y conectados entre sí a través de auriculares adaptados a sus dispositivos de telefonía móvil, se repartían las funciones. Mientras unos realizaban labores de vigilancia para evitar ser descubiertos por los propietarios de los vehículos, otros accedían al interior de los turismos, llevándose todos los objetos de valor que allí se encontraban, además de llaves de otros vehículos o llaves de domicilios, a los que posteriormente accederían para robar.

Tras diversas gestiones, los agentes localizaron a los siete miembros de la organización, deteniéndolos en Santa Pola (Alicante) y practicando tres registros domiciliarios repartidos entre esa localidad y Alicante.

Posterior a estas detenciones y en otra operación diferente, a finales del mes de marzo los agentes localizaron y detuvieron a otros tres miembros de nacionalidad argelina, que conformaban una organización que cometía los robos principalmente en Alicante y Murcia.

Registros domiciliarios

Entre los tres primeros registros, los investigadores hallaron dos armas de fuego cortas de nueve milímetros con sus respectivos cargadores municionados, siete cajas conteniendo munición de diferentes calibres, dos captadores de frecuencias para grabar los códigos de apertura de los vehículos, once llaves de diferentes vehículos de alta gama, once terminales móviles, trece dispositivos electrónicos, seis juegos de llaves de distintos domicilios, un estuche conteniendo un juego de veinte ganzúas para la apertura de puertas, un dispositivo metálico para fracturar bombines de puertas, cinco juegos de bombines metálicos con sus correspondientes llaves de apertura, un taladro percutor de grandes dimensiones con juego de brocas, destornilladores y tenazas, 1.040 euros en efectivo y gran cantidad de bolsos, gafas de sol maletas, monederos y relojes de marcas reconocidas. En el último registro domiciliario, los agentes intervinieron quince relojes de alta gama, gran cantidad de joyería y multitud de material informático.

Los siete primeros detenidos, acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal, delitos continuados de robo con fuerza, robos de vehículos y tenencia ilícita de armas, fueron puestos a disposición judicial. Los otros tres fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Alicante.

Con la desarticulación de estas dos organizaciones criminales, se han esclarecido hasta el momento veintidós hechos delictivos, cometidos en diferentes puntos de la provincia de Alicante, Málaga, Castellón y Murcia.

La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante.