Los cinco perros recluidos por la Guardia Civil en un centro tras sospechar que protagonizaron el ataque mortal a un hombre de 76 años el pasado fin de semana en Beniarbeig protagonizaron el lunes por la tarde un tercer ataque tras escaparse en Els Poblets y ayer un juzgado de Dénia autorizó a la Guardia Civil que se sacrificara a los cinco animales dada su peligrosidad. El sacrificio fue realizado ayer tarde por un veterinario.

Los perros fueron depositados inicialmente en un centro de acogida del Els Poblets después de que el sábado por la tarde descubrieran en un pequeño huerto de Beniarbeig el cadáver de Luis Ángel Sala, de 76 años y vecino de Ondara. En dicho centro uno de los cuidadores fue atacado por uno de los perros después de que les quitara el bozal para darles de comer. Uno de los canes intentó escaparse de la zona vallada y al llamarle la atención el cuidador del centro reaccionó de forma agresiva y le mordió mientras el resto de animales se situaban de forma amenazante.

Heridas en brazos

Tras este incidente, tres de los perros lograron escaparse del centro de Els Poblet el pasado lunes y atacaron a un hombre que estaba en la vía pública. La víctima trató de defenderse y sufrió heridas en ambos brazos. Al final pudo refugiarse después de que otro transeúnte le socorriera tirando un bloque de cemento a los perros agresivos.

Los animales fueron trasladados a otro centro, situado en Ondara, y la Guardia Civil comunicó ayer lo ocurrido a un juzgado de Dénia, donde se autorizó el sacrificio de los perros debido a su peligrosidad.

El propietario de los perros es un ciudadano holandés que podría ser imputado por un delito de homicidio imprudente si las pruebas de ADN encargadas por la Benemérita confirman que están implicados en el ataque mortal ocurrido en Beniarbeig. En un primer momento el dueño de los perros negó a la Guardia Civil que fueran sus animales los que atacaron al hombre de 76 años y justificó que uno de ellos estuviera empapado al haberse caído a la piscina.

La Guardia Civil sospecha que estos perros, que anteriormente ya habían protagonizado otros incidentes, son los animales que causaron la muerte a Luis Ángel. El cuerpo de este vecino de Ondara fue descubierto por su hijo en un pequeño huerto que tiene en el término de Beniarbeig.

Al margen de la posible imputación por un homicidio por imprudencia, la Guardia Civil sí procederá administrativamente contra el dueño de los animales -cinco perros de razas mestizas de pitbull y bullterrier- porque sólo uno tenía el chip de identificación y no tenía documentación de ninguno, ni autorización para su posesión, ni seguro de responsabilidad civil.

Carácter desequilibrado

Según informó ayer la Comandancia de Alicante, los perros de razas peligrosas, como en este caso los pitbull, «al no ser razas puras pueden carecer de un carácter equilibrado y si no están suficientemente entrenados pueden convertirse en perros muy agresivos, capaces de causar heridas mortales a las personas». Esto, unido a la formación de una manada de cinco canes, en el que se convierte en líder el más agresivo, «podría haber causado que, tras escaparse del recinto donde estaban retenidos, hayan trasladado toda su agresividad» sobre la víctima.

La muerte de Luis Ángel Sala ha sobrecogido a Ondara. El sábado se conoció su fallecimiento, pero no fue hasta ayer cuando trascendió que falleció por el salvaje ataque de cinco perros peligrosos. Luis Ángel, de 76 años y que deja esposa y tres hijos, había acudido al huerto de naranjos que tiene en la partida Illetes de Beniarbeig. Estaba recogiendo mandarinas cuando los perros se abalanzaron sobre él, lo tiraron al suelo y le produjeron desgarros tan graves que el hombre murió desangrado.

Sobreaviso

Vecinos de Beniarbeig y responsables de protectoras de animales de la comarca advirtieron de que se estaba sobreaviso del peligro de los cinco perros del ataque. Hace un año, relataron varios vecinos, los canes atacaron al propietario del chalé donde vive de alquiler el dueño de los cinco perros. Acudió a cobrar atrasos de luz y agua y los perros se abalanzaron sobre él y le mordieron en las piernas. Los vecinos, de hecho, temían pasear por las inmediaciones de este chalé.

Lois Ford, de la protectora Apac de Dénia, que fue junto a otros expertos a capturar a los animales al chalé y luego cuando tres se escaparon en els Poblets, explicó a este diario que estaban mal adiestrados y eso los hacía tan agresivos. Su dueño, según otros responsables de protectoras, los maltrataba para que fueran más fieros.