El juzgado de lo Social número 1 de Alicante ha condenado a Correos a readmitir a un trabajador al que despidió tras protagonizar un incidente violento porque esa agresividad se debía al trastorno mental que padece.

La sentencia, que ha sido hecha pública hoy por el sindicato Solidaridad Postal, al que pertenece el empleado, establece que el despido fue discriminatorio y fija una indemnización de casi 20.000 euros para él por "daño emergente y daño moral".

El juzgado considera que la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos SA discriminó al trabajador por la discapacidad psíquica que sufre y por la que tiene reconocido un grado del 34 % de minusvalía.

"A pesar de conocer la enfermedad psíquica que padece el actor, no se realizó ninguna actuación tendente a comprobar si la enfermedad fue el motivo o influyó en los hechos objeto del expediente o si éstos fueron consecuencia del tratamiento médico y farmacológico que sigue", recoge el fallo.

El empleado llevaba doce años trabajando de forma ininterrumpida para la empresa, con una antigüedad total de diecisiete años, y estaba en tratamiento con antidepresivos y antipsicóticos.

El 8 de abril del pasado año, cuando trabajaba en la unidad de reparto de correspondencia de Torrevieja a la que estaba asignado, protagonizó un incidente violento que motivó la intervención de la Policía Local, según se relata en la sentencia.

El trabajador comenzó a proferir gritos mientras se quejaba del funcionamiento de un dispositivo electrónico y golpeaba una mesa con un sello, y forcejeó con una superiora a la que acabó hiriendo en una mano.

Ese comportamiento motivó que la empresa le sancionara por una falta disciplinaria muy grave que desembocó en su despido, aunque el juzgado ha declarado nulo esa decisión tras concluir que vulneró su derecho a la no discriminación.

"La empresa, conocedora de la enfermedad y de los incidentes anteriores, no adoptó ninguna medida para que el actor pudiera continuar trabajando en condiciones adecuadas a su minusvalía ni para evitar incidentes como los ocurridos", establece el juzgado.

"La demandada no acredita que el despido obedezca a causas extrañas a la vulneración del derecho a la no discriminación del actor por su discapacidad psíquica, no explica la desproporción entre los hechos y la sanción, tampoco la causa de ignorar en el expediente y en la graduación de la sanción la enfermedad mental y, por ende, la falta de responsabilidad del trabajador", añade.

De este modo, Correos, que puede recurrir el fallo ante el Tribunal Superior Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), deberá readmitir al empleado, pagarle los salarios que dejó de percibir mientras estuvo en el paro e indemnizarle con 19.826 euros por los daños morales que le causó.