La escopolamina, más conocida como la burundanga o la «droga de la voluntad», es una sustancia que genera fuertes alucinaciones y en grandes dosis puede causar convulsiones e incluso la muerte. Se encuentra en el fruto de varias plantas de la familia de las solanáceas y del género datura que crecen libremente en numerosos puntos del mundo y también en la provincia de Alicante. Aunque se trata de una planta que tiene un componente altamente peligroso, está al alcance de cualquiera ya que son unas plantas ruderales que crecen en los bordes de caminos y carreteras en zonas templadas.

Las plantas que producen la escopolamina crecen en numerosos puntos sin control por parte de los poderes públicos ya que no sólo se encuentran en terrenos públicos sino que hay quienes las plantan en los jardines de sus viviendas al ser vegetales ornamentales. La planta del estramonio, la más común, no es autóctona. Su origen es sudamericano pero se adapta a cualquier tipo de suelo. Desprende un olor desagradable y tiene grandes flores blancas a veces tirando a amarillentas en forma de trompeta. Florece en verano y a comienzos de otoño. Esta característica junto a su fruto (una cápsula espinosa donde se encuentran las negras semillas) es lo que la hace más detectable.

La otra planta que crece en la provincia, la datura metel, se diferencia del estramonio en su origen es asiático y en sus hojas. Ésta tiene las hojas ovaladas y lanceoladas mientras que las del estramonio son lobulados. Por lo demás, la datura metel es muy parecida ya que tiene el mismo tipo de flor y de fruto.

Son muchos los casos denunciados en los que las víctimas ha manifestado que se les había suministrado una sustancia para anular su voluntad. Los delincuentes hacen tomar esta sustancia a sus víctimas, que pierden la conciencia de lo que hacen y cuando pasan los efectos de esta droga no recuerdan nada de lo que han hecho o muy pocos detalles. El efecto de la escopolamina sobre una persona es inmediato, anula su voluntad y durante aproximadamente dos horas pierde la memoria. Aunque también se utiliza como analgésico y sedante en enfermos de Parkinson, una dosis muy alta puede causar delirio, psicosis, parálisis, estupor y la muerte.