El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado a dos presuntos yihadistas por pertenencia al Estado Islámico (EI) que utilizaron las redes sociales para captar y adoctrinar adeptos al grupo terrorista incitando a hacer la "Yihad global". Asimismo, el magistrado señala que participaron activamente con células como la Katiba y el Comité Conjunto para la Defensa de los Detenidos Islamistas (CCDDI), un movimiento marroquí de defensa de los derechos de los detenidos por motivos islamistas.

Abdelilah Migou y Anouar Merabet, ambos de nacionalidad marroquí y en prisión desde octubre de 2016 --detenidos en una operación conjunta con Marruecos--, eran administradores de varios perfiles de Facebook en los que realizaban la "actividad virtual radical". El juez les acusa de ser miembros de una red que captaba y adoctrinaba a personas a través de las redes sociales.

Los dos procesados manifestaron su participación e incitaron a hacer la "Yihad global" para alcanzar el "Paraíso mediante el 'martirio'". Además, el juez detalla en su auto que son activistas del Comité Conjunto para la Defensa de los Detenidos Islamistas (CCDDI).

El CCDDI es una organización que surgió en Marruecos como movimiento de protesta tras la detención y enjuiciamiento de los autores de los atentados de Casablanca en 2003. Desde esta plataforma se da cobertura a las labores de apoyo, proselitismo y captación de voluntarios para la Yihad.

Según afirma el auto, no sólo han mantenido contacto directo con miembros del Comité, sino que han participado "activamente" en las labores del mismo como portar carteles reivindicativos en concentraciones, aprovechando la cobertura del movimiento para "establecer contactos con partidarios" del EI. Entre otras de las proclamas del CCDDI que difundieron Merabet y Migou se encuentra un 'nasheed' --género musical comúnmente utilizado como herramienta de propaganda yihadista-- que dice: "He decidido mi camino y no lo cambiaré".

Contacto con la Katiba

El juez señala en su auto de procesamiento que en las fotos que publicó Migou --residente en Málaga--, no sólo ha mostrado "abiertamente" su adscripción al EI, sino que, asegura, el procesado se siente "parte activa" de la organización terrorista al publicar consignas enaltecedoras al grupo islamista.

Asimismo, Velasco constata que Facebook se utilizó para difundir imágenes grupales de los miembros de la Katiba --grupo de combatientes en el norte de África-- con los que contactaba a través de las redes sociales. Migou tenía intención de viajar a territorios controlados por el EI y animó a otros a hacerlo, por lo que mantenía relación directa con dos reclutadores en Marruecos, dice el auto.

El juez instructor señala, además, que en esta red social se puede apreciar "fácilmente" el cambio radical que ha sufrido desde 2012 hasta la actualidad, en la que aparece con un aspecto "totalmente salafista". Subraya que en muchas de las fotos demuestran su actividad en el CCDDI.

Comunicación "segura y efectiva"

Merabet --residente en Altea-- utilizaba uno de sus perfiles para mantener contacto con personas de su entorno diario; mientras que la otra cuenta se destinaba a difundir material propagandístico yihadista, a comunicarse de manera "segura y efectiva" con miembros de la célula terrorista y con los desplazados a la zona de conflicto.

Entre estos contactos se encuentran activistas del CCDDI que posteriormente se han desplazado a Siria e Irak para enrolarse en organizaciones terroristas, indica el juez. Además, difundió en las redes sociales numerosas publicaciones exaltando la yihad, a muyahidines fallecidos en combate, fotografías de líderes del movimiento de protesta de los detenidos islamistas.

Merabet se encargó de "extremar las medidas de seguridad" para evitar que fuese detectado por su actividad en Internet, explica el juez. En uno de los mensajes que mantiene con un miembro de una katiba investigada en Siria, el procesado le dice que no ha podido contactar con "hermanos" porque en España "la cosa está movida, que solo poniendo 'Me gusta' (en Facebook) ya te pueden detener".

Este presunto yihadista también es procesado por un delito de tráfico de hachís. En el registro de su domicilio el 11 de octubre de 2016, se incautó 408 gramos de esta sustancia que, según apunta el escrito de Velasco, de haberse vendido habría recibido casi 2.500 euros.

Hasta 12 años de prisión por pertenencia a organización terrorista

Los dos procesados se enfrentan a penas de prisión de entre seis y 12 años de prisión por el delito de pertenencia a organización terrorista, en caso de que los hechos quedasen acreditados tras la celebración del juicio oral.

No obstante, a Merabet se le puede incrementar la pena entre uno y tres años más, al estar acusado de tráfico de hachís, sustancia que causa daño menos grave a la salud. El próximo 13 de enero los dos presuntos yihadistas comparecerán ante el juez para comunicarles su procesamiento.