Aparentemente se trataba de un chalé vacío, pero dentro había hasta treinta personas que vivían de manera silenciosa y con las luces apagadas, trabajando durante la noche desde el sótano. Así era cómo vivían los treinta detenidos en Alicante por una estafa masiva a ciudadanos chinos en un chalé de lujo en Vistahermosa. Los muros que rodeaban la finca impedían que nadie desde fuera pudiera ver nada de lo que ocurría en el interior de la finca, mientras que puertas y ventanas estaban cerradas a cal y canto. Una cámara de seguridad desde la puerta permitía vigilar todo lo que pasaba en la calle y quién se acercaba.

Fuentes cercanas al caso indicaron que los treinta arrestados habían entrado en España con pasaporte de Taiwan y un visado de turista por un periodo de tres meses en un inmueble alquilado. El aparente lujo del exterior contrastaba con las condiciones del interior, donde eran repartidos en grupos de ocho personas en cada habitación con colchones tirados por los suelos. Nadie del vecindario sabía nada de los ocupantes del chalé y hasta la organización tenía instaladas bombillas de bajo consumo para evitar que la factura eléctrica pudiera alertar a la Policía de lo que realmente se hacía en el chalé.

Como ya publicó ayer este diario, la operación se ha saldado con un total de 238 detenidos en toda España, treinta de ellos en Alicante. La Policía Nacional tenía previsto en la provincia el registro de otro chalé en Elche, ante la sospecha de que pudiera estar siendo utilizado por la red de estafadores, pero éste se encontraba ya sin actividad. Los otros arrestos se han practicado en las provincias de Barcelona y Madrid en una operación coordinada por el juzgado de instrucción cinco de la Audiencia Nacional.

Aprovechando la diferencia horaria entre España y China, los miembros de la red trabajaban en horario de madrugada. Desde el sótano del chalé, la organización empezaba a llamar masivamente a ciudadanos chinos. En cada chalé había un responsable de la organización que se encargaba de controlar que se efectuara el trabajo. Sentados en una mesa tenían una lista de víctimas potenciales a las que llamar, principalmente de Hong Kong y Taiwan, aunque también había otros números de distintas provincias de la República Popular China.

Modus operandi

En una primera llamada, advertían haciéndose pasar por alguien del entorno de la posible víctima alertando de que se estaban produciendo muchas estafas en su zona. En comunicaciones posteriores, iban metiendo el miedo en el cuerpo de sus víctimas, haciéndose pasar por policías e indicando que eran víctimas potenciales del fraude, de modo que finalmente, en una última llamada les facilitaban un supuesto número de cuenta para hacer una transferencia a cuentas bancarias supuestamente controladas, que les permitirían rastrear a los estafadores. Estas cuentas estaban controladas por la organización en paraísos fiscales. Se estima que la red estafó más de 16 millones.

Se trata de una operación en la que han intervenido las autoridades chinas. Agentes de ese país han estado con la Policía española durante los registros y trabajando codo con codo con ellos en las investigaciones. El juzgado de guardia de Alicante estuvo hasta las 20.30 horas de la tarde del miércoles con los detenidos, para ponerlos a disposición de la Audiencia Nacional, que será quien se encargue de su extradición a China.